En Delirios de San José, Upala, Costa Rica, un hombre que realizaba un asalto murió cuando el dueño de la pulpería en que pretendían robar le dio un balazo fulminante.
El hombre no fue identificado por las autoridades y murió tras recibir un balazo en la cabeza por parte del dueño de una pulpería a la que en apariciencia llegó a asaltar.
Tal parece que la víctima y un compinche llegaron hasta el Minisuper Texas, que era atendido por la esposa del dueño. Los antisociales llegaron en una primera instancia pidiendo baterías para un foco, le dijeron a la señora que no les servían porque se trataba de otro tipo, que irían más adelante para ver si hallaban y si no regresarían.
Sin embargo el esposo de la mujer, quien estaba atisbando a los tipos, pues los vio muy sospechosos, no se quedó con el clavo y se fue a buscar una carabina que tenía guardada.
Al rato los sospechosos volvieron y uno de ellos se quedó afuera del local vigilando, mientras que el otro ingresó, cuando estuvo cerca de la mujer la agarró del cuello y le puso un cuchillo, advirtiéndole que se trataba de un asalto.
El esposo, que estaba en todas, primero disparó al aire, el hombre que esperaba afuera salió corriendo, mientras que el que tenía el arma blanca cayó al suelo con la dama, el esposo volvió a dispar, solo que esta vez directo a la cabeza del asaltante.
Una unidad de la Cruz Roja de Upala llegó para atender al herido, pero el cruzrojista Heiner Tijerino dijo que no había nada que hacer por el hombre ya que no tenía signos vitales y lo declaró muerto.
Los vecinos en la zona no conocen al sospechoso y presumen que se trate de algún nicaragüense de los que suelen cruzar la frontera que está a 4 kilómetros del lugar.