Cerca de 300 mujeres, algunas vestidas solo con ropa interior, participaron el viernes en la «marcha de las putas» en las calles de Jerusalén para denunciar la violencia machista, constató un periodista de la AFP.
La policía había exigido este año que ninguna manifestante desfilara con los senos al aire, informaron las organizadores. Algunas optaron por ello por desfilar con sujetadores, otras incluso con ligas y medias de rejilla.
«La policía autorizó la marcha. Pero nos impuso numerosas restricciones» explicó Tamar Ben David, una de las organizadoras.
Contrariamente a la hedonista Tel-Aviv, considerada una de las ciudades más liberales del mundo, Jerusalén es una ciudad conservadora, con una población mayoritaria de creyentes y practicantes, ya sean judíos ortodoxos, musulmanes o cristianos.
Una joven murió y otras seis resultaron heridas en marzo 2015, cuando un judío ultraortodoxo atacó el desfile de la Gay Pride en Jerusalén.
Las organizadoras de la marcha del viernes pidieron la ayuda de la Asociación de derechos cívicos de Israel para asegurarse de que la policía no prohibiría el desfile, indicó Yaron Kelner, portavoz de esa ONG.
Las manifestantes desfilaron detrás de una gran pancarta en la que se podía leer en hebreo «la marcha de las Charmutot», una palabra árabe que pasó al argot israelí como sinónimo de «putas». Algunas de las participantes recordaron con sus propios carteles que en lo que va de año 27 mujeres han muerto por violencia sexista.