El papa Francisco abogó por los refugiados al recibir este viernes a la primera ministra de Polonia, la ultraconservadora Beata Szydlo.
«Se discutieron temas de interés común, a saber, la promoción de la familia en el contexto sociocultural actual y la recepción de los refugiados«, informó en un comunicado el Vaticano.
Szydlo, entrevistada por la televisión pública polaca, no parece haber tenido en cuenta el pedido papal para con los refugiados y quiso recalcar más la parte de la conversación dedicada a la familia.
«Hablamos de las familias en Polonia, de Polonia», dijo.
Vestida de negro, cubierta con una mantilla de encaje, la dirigente polaca habló con el pontífice del viaje de éste a Cracovia, programado para finales de julio, con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
El papa Francisco preocupado por la crisis humanitaria en Europa ante la llegada de miles de refugiados que huyen del hambre y la guerra en África y Medio Oriente, en numerosas ocasiones ha pedido a los países europeos que abran sus puertas, algo que Polonia se niega a hacer.
Los polacos, en su gran mayoría católicos, se resisten a recibir migrantes, divididos entre el miedo a los musulmanes y el impacto económico.
La defensa de la familia es en cambio un tema en el que el gobierno de Polonia y la Iglesia local están totalmente de acuerdo.
Szydlo defiende la propuesta de ley para prohibir totalmente el aborto, apoyada por los obispos polacos y los conservadores del partido Derecho y Justicia (PiS), en el poder.
Durante su estadía en Polonia, el papa Francisco visitará también el 29 de julio el excampo de concentración de Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia.
No es la primera vez que un jefe de la iglesia católica visita Auschwitz. Juan Pablo II visitó ese campo, símbolo del Holocausto de judíos europeos, en 1979, y Benedicto XVI en 2006.
El papa argentino permanecerá cinco días en Polonia. Llegará el miércoles 27 de julio y terminará su visita el domingo 31.