La cárcel en el norte de México a donde las autoridades transfirieron repentinamente al líder narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán es considerada por autoridades de derechos humanos como la peor del sistema penitenciario federal.
Un reporte de 2015 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNHD) dio al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9 una calificación de 6.63 en una escala del cero al 10. Es la calificación más baja para cualquiera de las 21 prisiones federales del país.
En comparación, la instalación de máxima seguridad en el Altiplano en el centro del país donde estaba Guzmán era la décima en la lista con una calificación de 7.32.
Sin embargo el Cefereso 9, localizado en Ciudad Juárez, fronterizo con Texas, calificó bien en «condiciones de gobernabilidad», posiblemente un indicio de que las autoridades creen que aquí pueden controlar el entorno del capo y reducir el riesgo de que se fugue por tercera ocasión.
El líder del cártel de Sinaloa quien está peleando para no ser extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta cargos por drogas en varias jurisdicciones fue transferido el sábado en la madrugada en un operativo sorpresivo y en medio de fuertes medidas de seguridad.
Las autoridades dicen que es rutina rotar a los internos por cuestiones de seguridad, pero analistas han dicho que tal vez también querían sacudir el entorno de «El Chapo» para frustrar cualquier plan de fuga que pudiera estar en progreso.
De acuerdo con el reporte de la comisión de derechos humanos, el Cefereso 9 tuvo bajas notas en la garantizar una estadía «dignificada» y en el manejo de reos con necesidades especiales. Tuvo calificaciones medias en garantizar la seguridad de los prisioneros, así como en bienestar y rehabilitación.
También menciona que está un poco sobrepoblada, con 1.012 internos viviendo en esa prisión del estado de Chihuahua que tiene capacidad para 848 reos. Las autoridades reconocen que la sobrepoblación es un problema extendido en el sistema penitenciario mexicano.
En general, el Cefereso 9 obtuvo una evaluación «amarilla» en 2015 en el sistema de evaluación de la CNDH. Además, mejoró desde la calificación «roja» que tuvo en 2014, aunque su nota numérica fue la más baja del país.