Miles de personas de todo el mundo, algunas sujetando banderas israelíes, acudieron el jueves a lo que fue el campo de concentración de Auschwitz para rendir homenaje a las víctimas del Holocausto.
En la llamada Marcha de los Vivientes, realizada cada año en el Día de Recordación del Holocausto, participaron unas 10.000 personas que marcharon de Birkenau a Auschwitz, dijeron organizadores. Entre ellos estaban unos 150 sobrevivientes del Holocausto, la ministra de justicia israelí, parlamentarios israelíes y gente de 42 países en total.
Las emociones corrieron libremente: hondo pesar por la matanza de 6 millones de judíos, alegría por la supervivencia del pueblo judío y esperanza de que la nutrida participación de gente joven signifique que el trágico episodio no quedará en el olvido.
«Mis abuelos murieron el Holocausto junto con cinco de sus siete hijos y estoy aquí para decir el rezo de recordación de los muertos, para expresar mi respeto y mi esperanza de que estén descansando en paz», expresó Michael Berks, de 77 años y de Chapel Hill, North Carolina.
La marcha pasó por debajo del infame portón de Auschwitz con la cínica frase de los nazis «Arbeit Macht Frei» («el trabajo te hará libre»). El rabino principal de Tel Aviv yisrael Meir Lau, quien es sobreviviente de Auschwitz, encabezó la marcha portando una Torá, el rollo de pergamino sagrado para los judíos.
La larga fila de gente siguió adelante hacia Birkenau, donde murieron la mayoría de las 1,1 millones de víctimas del complejo Auschwitz-Birkenau. Algunos marchaban en silencio, otros cantaban himnos judíos.
Al llegar a las puertas de Birkenau, algunos agacharon la cabeza o se arrodillaron para orar en los rieles que traían a las víctimas en vagones de trenes que venían desde toda Europa. Algunos lloraban, rezando solos; otros se abrazaban en grupos pequeños.
«¿Por qué los aliados no bombardearon estos rieles? ¿Por qué el mundo nos abandonó? Nadie nos ayudó», dijo una sobreviviente, Anneliese Nossbaum.
«Es por eso que hoy en día existe el estado de Israel», le respondió otra mujer de Estados Unidos.