Las autoridades de Honduras han intensificado las operaciones en sus fronteras para evitar el ingreso al país de pandilleros salvadoreños o cualquier tipo de bandas delictivas de la región centroamericana, informó hoy una fuente oficial en Tegucigalpa.
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) indicó en un comunicado que esas personas quieren ingresar a Honduras «con el ánimo de cometer actos delictivos», por lo que «se han intensificado las operaciones en las fronteras terrestres y marítimas del país».
En alusión tácita a pandilleros salvadoreños que están siendo perseguidos por las autoridades de ese país, indicó que «ha intensificado los esfuerzos de búsqueda de información para ubicar y capturar personas que pretendan ingresar de manera ilegal al territorio nacional».
«La FUSINA mantiene estrecha coordinación con las autoridades de la región centroamericana para intercambiar información sobre el desplazamiento de bandas delictivas a fin de combatir de manera conjunta dicha amenaza», indicó el mismo ente hondureño de seguridad.
Agrega que continuará desarrollando operaciones «de seguridad ciudadana en todo el territorio nacional para decomisar, armas, municiones, explosivos, drogas, dinero ilícito, ejecutar órdenes de captura, así como también desarticular bandas delictivas», apunta.
Honduras colinda por el oeste suroeste con El Salvador con una frontera terrestre de 375 kilómetros de longitud y en el Golfo de Fonseca, que también comparte con Nicaragua por el sureste sobre el océano Pacífico.
El organismo también le solicitó a la población que informe de manera oportuna sobre la presencia de cualquier persona extraña o sospechosa al teléfono de emergencia 911.
El pasado jueves, el Congreso de El Salvador endureció su legislación penal y declaró a las pandillas como «organizaciones terroristas», acción que se suma al despliegue de un batallón elite rural esta semana que tiene como uno de sus objetivos ubicar y detener a 100 líderes de «maras» prófugos.
El Salvador vive un recrudecimiento de la violencia que se ha cobrado la vida de 2,222 personas en lo que va de año, un promedio de 20 al día, atribuido a las violentas pandillas MS-13, Barrio 18 y otras minoritarias.