Una corte en Francia declaró el martes a un dentista holandés culpable de agresión y fraude y le sentenció a ocho años de prisión.
Jacobus Van Nierop, de 51 años, no mostró indicios de emoción cuando el tribunal en la ciudad central de Nevers pronunció la sentencia. La corte le prohibió además ejercer su profesión por el resto de su vida.
Unos 100 demandantes han presentado quejas contra Van Nierop, que van desde la extracción de dientes saludables, pedazos de taladro dejados en la encía y los dientes, abscesos, infecciones persistentes hasta deformaciones bucales.
Van Nierop, apodado el «Dentista del Horror» por la prensa francesa, fue acusado de causar «mutilaciones» o «discapacidades permanentes» a numerosos pacientes entre el 2009 y el 2012, de cobrar excesivamente y por procedimientos no realizados y de ejercer como dentista ilegalmente en Francia.
En su fallo de 130 páginas, los jueces declararon culpable al holandés de 85 cargos de agresión incluyendo 45 de mutilación y 61 cargos de fraude contra pacientes, sus compañías de seguro médico y la agencia social de seguro social. Le impusieron una multa de 10.500 euros (12.000 dólares) y dijeron que decidirán la suma de la compensación por daños debida a 62 demandantes en junio.
La corte absolvió al dentista de seis cargos de agresión y algunos de fraude. Van Nierop tiene 10 días para apelar. Está en la cárcel desde enero del 2015.
Marie-Jo Lemoine, víctima de Van Nierop, celebró el veredicto.
«Es tonto decirlo, pero lo digo: Me hace sentir bien. Él tendrá tiempo para pensar sobre nosotros. Sobre el resto, nada ha cambiado respecto a lo que se nos dará en compensación. No va a ser suficiente para reparar el daño que él causó».
En su alegato final el mes pasado, la fiscal Lucile Jaillon-Bru dijo que en Van Nierop «solamente existe avaricia, indiferencia hacia el prójimo, incluso algún disfrute en hacerle sufrir» y que para las víctimas «el precio de dolor es enorme». El objetivo del dentista era «ganar siempre más dinero», dijo.
Delphine Morin-Meneghel, abogada de Van Nierop, admitió que su defendido era responsable por algunos procedimientos malos, pero insistió en que no cometió violencia premeditada ni intencional hacia ninguno de sus pacientes.
Una de las pacientes, Sylviane Boulesteix, de 65 años, declaró en el juicio que ella fue llamada inesperadamente al consultorio de Van Nierop en mayo del 2012. Sin aviso, el dentista le sacó ocho de sus dientes e inmediatamente le colocó prótesis en la encía aún adolorida. La mujer dijo que estuvo sangrando durante horas.