La Organización Mundial de la Salud instó a quienes viajen a Angola a acatar sus advertencias y a vacunarse contra la fiebre amarilla, en medio de la inquietud creciente por un brote de la enfermedad que se propaga desde el país africano.
En Angola han muerto al menos 258 personas y se registran unos 1.975 presuntos casos de la enfermedad desde el brote surgido a fines del año pasado, que ya es considerado el peor en décadas.
La fiebre amarilla es transmitida por el mismo mosquito que porta los virus del dengue y del Zika, pero es una enfermedad mucho más grave, con tasas de mortalidad de hasta 75 por ciento en casos severos.
El brote en Angola ya se ha propagado a otros países en África y al menos 11 casos se importaron a China por personas que viajaron desde el país africano.
«Se han detectado casos de fiebre amarilla vinculados a este brote en otros países de África y Asia», dijo en un comunicado Margaret Chan, directora general de la OMS.
«Nos preocupa en particular que las grandes áreas urbanas están en riesgo e instamos a todos quienes viajen a Angola a asegurarse que se vacunaron contra la fiebre amarilla y que portan un certificado válido», añadió.
La OMS «está trabajando con países vecinos como la República Democrática del Congo (RDC), Namibia y Zambia para aumentar la supervisión fronteriza con Angola y para compartir información para evitar y reducir la propagación de la infección», dijo la organización.