En un hecho inédito en Chile un policía uniformado se vinculó legalmente el miércoles a su compañero del mismo sexo en una unión civil que, sin ser un matrimonio, es lo más cercano a que tienen derecho los homosexuales.
El carabinero Hugo Alcalde y José Luis Valdés contrajeron el Acuerdo de Unión Civil en una ceremonia en un salón del Registro Civil que poco tuvo que envidiar a un matrimonio heterosexual, exceptuados sus alcances legales.
Alcalde, que destacó recientemente que cuenta con el apoyo de su institución, se convirtió en el primer uniformado en contraer la unión con alguien de su mismo sexo.
La pareja estuvo acompañada por familiares y dirigentes del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual y una vez declarados «convivientes civiles» por la oficial del Registro Civil intercambiaron argollas de plata y se besaron.
El policía dijo que al hacer pública su orientación sexual, «uno se saca un peso de encima. Si estás con el apoyo de tus amigos, de tu familia, de la gente que te conoce y de tu institución uno ya está bien».
Valdés señaló que «queremos que esto sea un precedente para lo que viene ahora, que repunte todo. Igual» e hizo un llamado a la presidenta Michelle Bachelet para que se reúna con el Movimiento y se acelerar «el proceso del matrimonio igualitario».
La comunidad homosexual chilena tuvo que esperar largos 12 años para que el congreso aprobara el Acuerdo de Unión Civil con lo que podrán heredar de su pareja los bienes que adquieran en común, decidir sobre tratamientos médicos cuando su compañero o compañera esté impedida de hacerlo, visitarla cuando esté internada en una unidad de enfermos críticos, entre otros derechos propios del matrimonio excepto la adopción.
La ley entró en vigor en octubre de 2015 y posibilita que unos dos millones de personas que conviven, heterosexuales y homosexuales, puedan acogerse a la ley para legalizar sus uniones.
