Un padre cortó las manos de un adolescente presunto violador de su beba y lo abandonó cerca de un canal en el norte de India, informó el miércoles la policía.
Parminder Singh se acercó al joven de 17 años acusado de haber violado a su niña de siete meses en 2014 al salir de un tribunal del estado de Punyab.
La policía explicó que Singh, de 25 años, atrajo al adolescente fuera del tribunal proponiéndole un acuerdo personal. Allí lo golpeó, lo ató a un árbol y le cortó las dos manos.
El padre «lo llevó cerca de un canal seco, lo golpeó con fuerza y lo ató a un árbol. Finalmente le cortó las manos», dijo por teléfono a la AFP Swapan Sharma, un jefe policial de la región.
«Los vecinos alertaron a la policía y fuimos rápidamente al lugar. Lo recogimos, sus manos también, y lo llevamos al hospital», añadió, precisando que el acusado se encontraba en situación estable.
Sharma dijo que la policía estaba buscando al padre, un trabajador de una fábrica de ladrillos, que huyó tras el ataque, ahora acusado de intento de homicidio.
En abril del 2014, la madre de la niña encontró supuestamente al acusado abusando del bebé. La policía lo encausó por violación y el adolescente fue trasladado a un correccional juvenil a la espera del proceso.
India posee el triste récord de ataques sexuales. Y en un país donde el sistema judicial es lento y a menudo corrupto, a veces se producen ajustes de cuentas personales contra los violadores.
En 2012, la violación en grupo de una estudiante en un autobús en Nueva Delhi desató una ola de indignación y de protestas en la calle contra la violencia de género.