El presidente Rafael Correa aprobó 600 millones de dólares para atender emergencia. Se mantiene el estado de excepción en seis provincias. Más de 55 réplicas se han registrado en Ecuador tras el trágico terremoto de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter que ocurrió en la noche del sábado y que ha dejado hasta ahora 142 muertos y 588 heridos.
Las autoridades han desplegado por todo el país unos 14 mil funcionarios, entre efectivos de las Fuerzas Armadas, rescatistas, bomberos y médicos, para atender la emergencia nacional.
El presidente Rafael Correa firmó un decreto de emergencia que comprende la disposición de 600 millones de dólares para atender a las víctimas e iniciar la reconstrucción, luego de que el potente sismo haya acabado con grandes infraestructuras.
La provincia más afectada es Manabí en el suroeste del país, especialmente las comunidades de Pedernales y Portoviejo. “El nivel de afectación es importante y tenemos dificultades para llegar al sitio del desastre, tenemos que calificarlo de esa manera”, expresó el vicepresidente de la nación, Jorge Glas.
El mandatario ecuatoriano pidió desde Roma, Italia que el país se una en este momento de emergencia que enfrenta Ecuador y llamó a la calma. "Este momento a unirse país, para atender de mejor manera la emergencia", precisó Correa vía llamada telefónica con el canal público Ecuador TV.
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El jefe de Estado ya se encuentra de regreso al país para atender personalmente la catástrofe y confirmó la firma del decreto de Estado de excepción para el territorio nacional y la activación de líneas de crédito multilaterales.
Agregó que lo más importante es salvaguardar las vidas humanas y que siguen evaluando el daño en infraestructura de las zonas más afectadas como la ciudad de Portoviejo y el cantón Pedernales, ubicados en Manabí.
De igual modo, envió un mensaje de solidaridad y condolencias a los familiares de las personas fallecidas, que por la magnitud del sismo podrían ser más”, advirtió el dignatario.