Dos mujeres y una bebé fueron asesinadas a balazos el martes en una populosa comunidad en la periferia norte de la capital por supuestos pandilleros y defensores de los derechos humanos exigieron que el caso no quede impune.
La Fiscalía General de la República identificó a las víctimas como Marisol Méndez, su hija Alexia Rivera y la nieta de tan sólo cuatro meses de edad.
La Policía informó que recibieron una llamada en el número de emergencia 911 informándoles que unos hombres estaban tratando de ingresar a la humilde vivienda, pero cuando llegaron al lugar encontraron a las dos mujeres muertas. La niña fue trasladada con vida a un hospital, donde murió horas más tarde.
La matanza fue perpetrada por los desconocidos en del municipio de Ciudad Delgado a cuatro kilómetros al nordeste de la capital, una zona asediada por las maras o pandillas.
La policía informó que se presume que el crimen estaría vinculado a las pandillas, pero dijeron que la investigación estaba en proceso.
La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos expresó su enérgica condena por los feminicidios de «madre, su hija y nieta», y demandó a la Fiscalía General de la República «otorgue prioridad a la investigación».
También exigió a la Policía Nacional Civil a que agote los recursos necesarios y se logre la captura de los perpetradores, para que posteriormente las autoridades de justicia impongan con rigor las penas correspondientes y evitar así el caso quede en la impunidad.
¨El titular de la PDDH lamenta este repudiable acto el cual evidencia la saña, odio, maldad y violencia irracional con la que operan las estructuras criminales que están atacando a la sociedad y que ahora se cobra la vida de tres mujeres de una misma familia», dice el comunicado oficial.
El Observatorio de la Violencia de Género contra las Mujeres CEMUJER. No gubernamental reportó que, según datos de la policía, en el 2015 se registraron 517 feminicidios, 223 de los cuales ocurrieron en San Salvador.