El papa Francisco ha aceptado la renuncia de su embajador en Estados Unidos, el que organizó el polémico encuentro del pontífice con Kim Davis, la empleada de registro civil en Kentucky que fue presa por no cumplir con la orden judicial de otorgar licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo.
El arzobispo Carlo Maria Vigano, de 75 años, presentó su renuncia en enero, al alcanzar la edad obligatoria de retiro para los prelados.
Francisco la aceptó el martes y designó en su reemplazo al actuar embajador en México, el francés Christophe Pierre.
Vigano había invitado a Davis a la embajada de la Santa Sede en Washington en septiembre para la recepción del papa. Su abogado provocó una conmoción cuando dijo que el encuentro era un respaldo del papa a Davis como objetora de conciencia.
El Vaticano replicó que no hubo tal respaldo, y que la única audiencia privada que concedió Francisco en Washington fue a un ex discípulo suyo, un gay declarado, y su pareja.
Vigano ya era conocido por su papel en el primer escándalo de filtraciones del Vaticano, conocido como Vatileaks. El escándalo, uno de los factores que provocaron la renuncia del papa Benedicto XVI, comenzó en 2012 cuando un periodista italiano difundió cartas de Vigano, entonces el número dos en la administración de la Santa Sede, a Benedicto.
En las cartas, Vigano rogaba que no se lo enviara a Washington por haber revelado casos de presunta corrupción que le costaron al Vaticano millones de euros. A pesar de sus protestas, Vigano fue designado embajador en Washington en 2011.
Durante su período abrazó la causa de la libertad religiosa que promueven los obispos estadounidenses e insinuó que hubiera apoyado a Davis en su batalla contra el matrimonio gay. En un discurso en 2012 en la Universidad de Notre Dame, Vigano denunció las amenazas a la libertad religiosa en Estados Unidos y otros países, y citó un texto de las escuelas públicas según el cual las relaciones entre personas del mismo sexo son «naturales y sanas».
El año pasado recibió ovaciones de pie de los obispos estadounidenses cuando los exhortó a perseverar en la «conservación de un orden moral en la sociedad» y no «caer presa» de prácticas «seculares y cada vez más paganas» en la sociedad.
Christophe Pierre de 70 años, nuncio en México desde 2007, ayudó a organizar el viaje reciente del papa Francisco al país. Previamente fue embajador en Haití y en Uganda.