Colombia fortalecerá su ofensiva contra las bandas criminales, con la mirada puesta especialmente en el Clan Úsuga, principal grupo delictivo del país y por cuyo líder ofrece una recompensa de casi un millón de dólares, informó este lunes el presidente Juan Manuel Santos.
«Para que los colombianos podamos vivir todos tranquilos es necesario (…) fortalecer las acciones (…) contra las organizaciones criminales, contra sus redes de apoyo, incluyendo aquellas sucesoras del paramilitarismo», dijo Santos en una alocución desde la presidencial Casa de Nariño.
El mandatario detalló un plan de varios puntos para reforzar las acciones contra las organizaciones criminales, que incluye el fortalecimiento del bloque de búsqueda de la policía, la ejecución durante este año de 1.700 operaciones en todo el país y una intensificación especial de la persecución al Clan Úsuga.
«El único camino que les queda es el sometimiento a la justicia o enfrentar la contundencia y el rigor de la acción del Estado», añadió el presidente, al mandar un mensaje directo a las bandas criminales, conocidas en Colombia como «bacrim».
Santos anunció también que como parte de esta ofensiva se doblará la recompensa por el máximo cabecilla del Clan Úsuga, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, a 3.000 millones de pesos (unos 970.000 dólares).
El Clan Úsuga surgió tras la desmovilización masiva de paramilitares promovida por el gobierno de Álvaro Uribe entre 2003 y 2006, en un proceso que, a cambio, les ofrecía beneficios jurídicos, pero que en algunos casos derivó en la creación de bandas criminales.
También conocido como Los Urabeños o Autodefensas Gaitanistas de Colombia, el Clan Úsuga es señalado de enviar toneladas de cocaína a Centroamérica y Estados Unidos.
Desde el comienzo del gobierno de Santos, en 2010, han sido capturados o dados de baja 20.000 miembros de bandas criminales, entre ellos 48 de sus jefes, informó este lunes el presidente.
Luego de que la semana pasada el gobierno informara que en lo que va del año han sido asesinados en todo el país 12 defensores de derechos humanos y líderes comunitarios, el mandatario colombiano anunció asimismo mayor protección para ellos.
«He dispuesto revisar las medidas de seguridad y de protección de líderes de los derechos humanos y de las organizaciones sociales», dijo Santos, quien explicó que ya se están dando reuniones entre el ministerio del Interior, los grupos afectados y representantes de Naciones Unidas para evitar que estos asesinatos queden en la impunidad.