Un equipo de cirujanos en Baltimore realizó el primer trasplante de órganos de un donante con VIH a un receptor que también sufre de la enfermedad. Es una opción ansiada desde hace tiempo para personas que portan el virus del sida y que sufren de problemas renales o hepáticos.
La Universidad Johns Hopkins anunció el miércoles que ambos pacientes se están recuperando bien: uno recibió un riñón y el otro un hígado de un donante fallecido. Generalmente los órganos de una persona con VIH son desechados.
Un grupo de médicos en Sudáfrica ha reportado haber trasplantado riñones de una persona con VIH, pero la universidad dijo que este fue el primer trasplante exitoso de un hígado VIH positivo.
«Esto podría significar una nueva oportunidad de vivir», declaró el doctor Dorry Segev, un especialista en trasplantes de la universidad que había pedido al gobierno levantar la prohibición vigente desde hace 25 años.
Estimó que cientos de portadores del VIH se beneficiarán con los trasplantes.
Para quienes no tienen VIH, nada cambia. No podrán recibir un órgano VIH positivo.
En lugar de ello los trasplantes, realizados a comienzos de mes, son parte de una investigación para determinar si los trasplantes de órganos que contienen el VIH pueden ayudar a portadores del virus.
La razón: los avances en los medicamentos antisida han hecho que los portadores del VIH vivan por más tiempo, hasta edades en que pueden sufrir atrofia de sus órganos, ya sea a raíz del VIH o por cualquier otra razón. En Estados Unidos, las personas VIH positivas pueden recibir trasplantes de donantes VIH negativos, como cualquier otra persona en la lista de espera.
Esa lista es sumamente larga para riñones asciende a más de 100.000 personas y miles de personas mueren esperando cada año. No se sabe cuántos de ellos tienen VIH, pero Segev indicó que la presencia del virus aumenta las probabilidades de morir mientras uno está en lista de espera.
Si la práctica tiene éxito, podría reducir la lista ya que los pacientes VIH positivo recibirían los órganos que sólo ellos pueden recibir. Segev estimó que entre 300 y 500 potenciales donantes VIH positivos mueren cada año, lo que significa 1.000 trasplantes adicionales que ahora se podrían hacer. «Es algo que aumenta el conjunto de donantes potenciales y permite a más personas recibir trasplantes. Esa es la ventaja de esta práctica, pero es un experimento así que lo estaremos vigilando estrechamente», dijo el doctor David Klassen de la Red Unida de Donación de Organos, que supervisa las donaciones en la nación.