El presidente de Estados Unidos Barack Obama anunció el martes nuevos planes para combatir la epidemia de consumo de heroína y el abuso en la prescripción de opioides, que matan a decenas de miles de personas cada año en Estados Unidos.
Una decena larga de medidas e iniciativas fueron comunicadas por la Casa Blanca casi dos semanas después de que los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC) instaran a los médicos a actuar con precaución al prescribir opioides, que pueden ser altamente adictivos y han provocado un número creciente de muertes por sobredosis en los últimos años.
Cuarenta estadounidenses mueren cada día de sobredosis de opiáceos que les han sido prescritos, según los CDC.
Las medidas anunciadas por Barack Obama comprenden facilitar el acceso al naloxone, un antídoto de la sobredosis, más recursos económicos para la policía comunitaria y un mejor acceso a servicios de salud mental, según afirmó ante la Cumbre Nacional sobre Abuso de Drogas y Adicción a la Heroína realizada en Atlanta, en el estado de Georgia.
Un comunicado difundido por la presidencia estadounidense antes del evento estimó el costo total de las iniciativas del mandatario en unos 1.000 millones de dólares.
A principios de este mes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos había liberado 94 millones de dólares con el fin de asistir a personas pertenecientes a comunidades marginadas víctimas de un consumo excesivo de opioides.
El organismo espera que esta financiación permita a los centros de salud tratar a casi 124.000 nuevos pacientes con «trastornos provocados por el uso de sustancias».
La creación de una unidad en salud mental y trastornos provocados por el abuso de sustancias, el fortalecimiento de los programas policiales, iniciativas en salud rural, así como la implementación o la ampliación de programas que comprenden la entrega de jeringas a quienes se inyectan drogas también figuran entre los anuncios.