Cuba anunció este jueves su sexto caso importado del virus zika, diagnosticado en una médica cubana embarazada que llegó a la isla el 15 de marzo, procedente del estado de Lara (Venezuela), revela una nota del Ministerio de Salud Pública (Minsap) publicada en la prensa local.
Esta es la primera embarazada con zika de la que se tiene noticia en el país caribeño.
La paciente de 32 años y residente en la provincia de Artemisa (occidente) fue ingresada «por ser una embarazada de 19,2 semanas proveniente de un área con riesgo de transmisión», a pesar de no presentar síntomas de la enfermedad, señala el Minsap.
En este caso «fue realizado el control epidemiológico y vectorial establecido» y se le tomó una muestra para diagnosticar el virus, enviada al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) de La Habana, que confirmó el resultado positivo el pasado martes.
Hasta el momento la paciente «continúa asintomática», indica la nota, que reitera la necesidad de «cumplir todas las acciones para la disminución de los niveles de infestación de los mosquitos del género Aedes».
Con este, ya suman siete los casos de Zika en Cuba, seis de ellos importados y uno autóctono, diagnosticado en una joven de 21 años de La Habana sin antecedentes de haber viajado al extranjero.
El resto de los afectados son un paciente de 27 años, cuatro profesionales cubanos (esta médica, una ingeniera informática, una enfermera y un técnico) que regresaron a la isla procedentes de Venezuela y una médica natural de ese país sudamericano que viajó a Cuba para cursar un postgrado.
El virus del Zika circula actualmente en gran parte de países de América y, si bien causa síntomas leves entre la mayor parte de infectados, el gran temor tiene que ver con su probable relación con casos de microcefalia en recién nacidos y el síndrome neurológico de Guillain-Barré.
En las últimas semanas, Cuba ha desplegado un plan de acción para enfrentarse a los virus del zika, el dengue y el chikungunya que incluye la movilización de 9.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y 200 policías para combatir al mosquito que transmite esas enfermedades mediante fumigaciones en viviendas y centros de trabajo.