Los metros, autobuses, tranvías y principales estaciones de trenes estaban paralizados este martes en Bruselas tras los mortíferos atentados que perturbaron el transporte aéreo y ferroviario en Europa y obligaron a reforzar la seguridad en numerosas ciudades. De Londres a Roma, casi todos los gobiernos intensificaron su vigilancia antiterrorista y reforzaron la protección de ciertos sitios, como estaciones, aeropuertos o centrales nucleares.
En Bruselas, «toda nuestra red está actualmente cerrada», indicó el operador de transporte público, STIB, en Twitter. El aeropuerto internacional Zaventem, donde tuvieron lugar las primeras explosiones a las 07H00 GMT, permanecerá cerrado hasta las 06H00 (05H00 GMT) del miércoles. Las grandes estaciones de la ciudad también seguirán cerradas hasta nuevo orden.
Este atentado en Bélgica ha tenido repercusiones en toda Europa.
El cierre del aeropuerto de Bruselas provocó la anulación o el desvío de más de 1.000 vuelos, según cálculos de la AFP.
Los aviones en dirección a Bruselas en el momento de las explosiones fueron desviados a Charleroi, o a Maastricht y a Amsterdam, en Holanda.
Cinco vuelos internacionales fueron desviados hacia aeropuertos franceses, informó la Dirección General de la Aviación Civil francesa (DGAC).
Para paliar las anulaciones, la compañía EasyJet, que tenía 14 vuelos con destino o precedencia de Bruselas el martes, aconsejó a sus clientes que verificaran el estado de los vuelos.
Lufthansa, que como Ryanair y British Airways anuló sus vuelos a Bruselas, puso a disposición de los pasajeros un número de urgencia.
Respecto al tráfico ferroviario, la circulación de los trenes bala Thalys (conexión desde Paris a Bruselas, Amsterdam y Colonia) se interrumpió en todo el territorio belga. Los trenes que ya estaban circulando en los países vecinos dieron media vuelta, informó el grupo a la AFP.
Los Eurostar que unen Bruselas y Londres también fueron suspendidos en los dos sentidos. Los que estaban en circulación fueron detenidos en Lille.
El centro de crisis del gobierno belga pidió a los residentes de Bruselas «permanecer donde están».
Controles en las fronteras
Como Francia y Alemania, Holanda también reforzó sus controles en las fronteras en Bélgica.
En Londres, París, Fráncfort, Copenhague o Praga, se ha intensificado la seguridad en los aeropuertos, estaciones y metros.
En Barcelona, la policía regional catalana desplegó patrullas con agentes antidisturbios y unidades caninas.
En Francia, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, prevé desplegar 1.600 policías y gendarmes adicionales.
Para aumentar la seguridad en los transportes públicos, las autoridades llevarán a cabo «medidas de control y palpación sistemáticas».
Las estaciones parisienses siguen abiertas pero numerosos policías controlaban la estación del Norte, de donde salen normalmente los trenes para Bruselas, constató un periodista de la AFP.
Respecto a las líneas de autocares, la filial de la compañía francesa SNCF Ouibus aseguró que las conexiones entre Francia y Bélgica seguían activas.
«Se tienen que prever importantes retrasos en el conjunto de las líneas internacionales», advirtió sin embargo Ouibus.
En Holanda, el primer ministro, Mark Rutte, «desaconsejó ir a Bruselas» y afirmó que se llevaría a cabo «un refuerzo de las patrullas en los aeropuertos y en ciertas estaciones, sobre todo donde circulan trenes internacionales».
Varios jefes de gobierno convocaron, por su parte, reuniones de urgencia, como la primera ministra polaca, Beata Szydlo, o el primer ministro británico, David Cameron. Tras estas reuniones, se podrían establecer medidas adicionales.