Con procesión, alabanzas y rítmicas canciones religiosas, miles de católicos nicaragüenses recordaron este domingo la entrada «triunfal» de Jesús a Jerusalén, considerado la meca del cristianismo, y su compromiso de servir a los necesitados.
«Viva cristo rey!, gritaban los feligreses que escoltaron, bajo un abrasador sol, la imagen de Jesús montado sobre un burro, en el centro de la capital.
«Hoy es el inicio de la semana grande en el mundo cristiano católico, el inicio de un tiempo de oración, ayuno y limosna», en el cual hay que «animar a los débiles a seguir adelante», dijo a la AFP Yanil Díaz, un anciano de 70 años que cantaba y avanzaba a paso lento junto a la multitud.
Cristo «viene con alegría señor..trayendo la esperanza a un mundo plagado de ansiedad», entonaban los feligreses mientras caminaban y agitaban las ramas de palma que llevaban en sus manos, algunas con forma de cruz, que simboliza a la procesión de ramos, también conocida como la marcha de «Jesús del triunfo».
«Venimos a celebrar cuando Jesús llegó a Jerusalén», expresó la joven Tatiana Rodríguez a la AFP.
Las campanas de la catedral de Managua dieron la bienvenida a los devotos, la mayoría personas humildes que celebraron con esta fecha el inicio de la semana santa.
Estos son días «de reconciliación, para sentir el amor, la misericordia, la sonrisa y la cercanía de Dios», expresó el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes durante la homilía en la Catedral, en la que recordó que Jesús siempre estuvo en medio del pueblo, «muy distinto a los poderosos del mundo que van en grandes carrozas».
Brenes llamó a los católicos a servir a los demás con buenas obras, subrayando que «el servicio puede convertirse en un poder».
Los católicos cerraron la celebración con una kermes de comidas típicas en las afueras de la catedral de Managua, construida hace 23 años, cuyo interior ha sido pintada con pasajes bíblicos por artistas nacionales.