El proceso «Vatileaks2«, que juzga a cinco acusados por la fuga de documentos confidenciales de la Santa Sede, se reanudó este lunes en el Vaticano con la comparecencia de los implicados. Un grupo limitado de periodistas tuvo acceso a la sala tal como previsto desde la apertura del juicio, el pasado 24 de noviembre.
La audiencia pública del juicio, en que están siendo procesados dos periodistas italianos, un cura español, su secretario y una consultora experta en relaciones públicas por divulgar documentos privados sobre la malversación de fondos y el despilfarro en la Santa Sede, inició hacia las 16H00 local (15H00 GMT) en la sala del tribunal.
Todos los acusados, entre ellos los dos periodistas italianos, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, autores de sendos libros sobre la corrupción en la Curia Romana, basados en correos, grabaciones, documentos, se enfrentan a penas de cárcel de hasta ocho años bajo la draconiana legislación contra las fugas promulgada por el Vaticano en 2013.
El tribunal del Vaticano volvió a ordenar la semana pasada el encarcelamiento del sacerdote Lucio Vallejo Balda en la sede de la Gendarmería vaticana debido a que el cura «había violado la prohibición de comunicarse con el exterior», una condición de la que dependía el arresto domiciliario, explicaron fuentes vaticanas.
El sábado, después de tres meses y medio de receso, se celebró una audiencia a puerta cerrada de carácter técnico, que duró cerca una hora, para examinar la correspondencia y el material informático presentado por las partes.
El tribunal aceptó examinar como prueba los correos electrónicos, mensajes y conversaciones de WhatsApp entre los acusados, algunos de ellos con detalles picantes, según la prensa italiana.
El prelado español Lucio Ángel Vallejo Balda, cercano al Opus Dei y la consultora italiana Francesca Chaouqui, junto con el colaborador de Vallejo, Nicola Maio, han sido acusados de haber formado una «asociación criminal» con el fin de divulgar noticias y documentos confidenciales a los que tenían acceso gracias al propio cargo en el Vaticano.
Chaouqui, que está embarazada de siete meses, llegó vestida de negro, acompañada por cuatro guardaespaldas, como una estrella de televisión.
«La información no se frena con juicios», escribió por su parte en un tuit Nuzzi, poco antes del inicio de la audiencia.
Los dos periodistas han sido acusados ??de «divulgación ilícita» de documentos confidenciales.
«Me limité a cumplir con mi deber de periodista. Este es un proceso por una fuga de noticias y no por difamación. Todas las noticias publicadas son verdaderas», declaró Fittipaldi.