Los beneficios del narcotráfico en Colombia aumentaron por la fuerte devaluación de la moneda nacional, lo que provocó un incremento «importante» de las hectáreas de cultivos ilícitos en el país, dijo este jueves el ministro de Defensa. «Se ha incrementado el margen del negocio del narcotráfico por cuenta de la devaluación del peso frente a las monedas como el dólar y el euro», dijo Luis Carlos Villegas, en una comparecencia conjunta con el ministro de Postconflicto, Rafael Pardo.
Además de la caída del 24,99% del valor del peso colombiano frente al dólar en 2015, Villegas destacó la caída de los costos de producción y el incremento de los precios de venta como motivos del aumento de los beneficios del tráfico de drogas en el país, primer productor mundial de hoja de coca, insumo base para la cocaína.
Las hectáreas sembradas con este arbusto aumentaron un 44% entre 2013 y 2014, según los últimos datos de Naciones Unidas.
Las autoridades detectaron, además, «unos métodos de producción industrial (de cocaína) nuevos» que reducen las etapas para convertir en clorhidrato la hoja de coca, afirmó Villegas, quien dijo que el gobierno también está preocupado por el aumento de consumo interno de drogas.
Pese a un incremento sostenido de la superficie de cultivos ilícitos en los últimos años, la reducción de esas plantaciones es una de las prioridades de Colombia para el postconflicto que enfrentará el país tras el acuerdo de paz que negocia el gobierno de Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) para acabar con cincuenta años de conflicto armado.
«Las FARC han sido el principal obstáculo a las políticas tanto de erradicación como de interdicción, como de sustitución», afirmó Pardo.
El ministro destacó también que, según los acuerdos, la principal guerrilla de Colombia va a tener «un papel de cooperación en el tema de reducción de cultivos».
La firma definitiva de la paz, prevista para antes del 23 de marzo, fue pospuesta esta semana por las partes, que debaten actualmente los complejos aspectos del fin del conflicto, que incluyen el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y la dejación de armas.
El conflicto armado colombiano, desatado por un levantamiento campesino en 1964, deja ya oficialmente más de 6,6 millones de desplazados y 260.000 muertos.