El lanzamiento a Marte del robot estadounidense InSight, inicialmente previsto para este mes de marzo, fue reprogramado para el 5 de mayo de 2018, indicó el miércoles la Nasa. La postergación, que fue anunciada en diciembre, se debió a un problema en un instrumento de medida sísmica provisto por el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES, en francés) que es fundamental para la misión.
Esta falla técnica y su reparación forzaron a la agencia espacial estadounidense a esperar a que se abra otra ventana de lanzamiento más favorable.
Si el lanzamiento tiene lugar el 5 de mayo de 2018, el robot llegará a Marte el 26 de noviembre del mismo año.
«La comprensión del subsuelo de Marte es un objetivo de los planetólogos desde hace décadas y estamos muy felices de estar de nuevo encaminados hacia el lanzamiento de esta misión, ahora para 2018″, declaró John Grunsfeld, responsable de programas científicos de la Nasa.
InSight (Interior Exploration using Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport) es la primera misión dedicada al estudio del subsuelo de Marte. Debería durar dos años.
La misión permitirá avanzar en la comprensión de los procesos de formación de todos los planetas rocosos, incluida la Tierra, así como su evolución.
El objetivo en particular será determinar si el núcleo del planeta rojo es sólido o líquido, y por qué su superficie no está compuesta de placas tectónicas en movimiento como la Tierra.
Los responsables del proyecto InSight presentaron recientemente a la Nasa y al CNES un nuevo diseño del instrumento científico que permitirá que el lanzamiento se haga en mayo de 2018.
El Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la Nasa en Pasadena, California (oeste), estará a cargo de construir la nueva esfera totalmente sellada que garantizará el vacío necesario para el sismógrafo de gran sensibilidad del CNES.
La agencia francesa había dicho en diciembre que no podía asegurar que esta esfera fuera hermética.
Los principales sensores del sismógrafo marciano deben colocarse en una cámara vacía, para que puedan captar los movimientos del suelo más sutiles.
El costo adicional por esta demora de dos años está siendo objeto de estudio y el presupuesto debería estar listo para agosto, según la Nasa. Hasta ahora, el costo total se estimaba en 675 millones de dólares, de los cuales ya se gastaron 525.