En los dos primeros meses del año se perdieron 107.000 empleos entre el sector público y el privado, según la consultora Tendencias Económicas y Financieras, informe cuestionado este martes por el gobierno del presidente Mauricio Macri.
En medio de un incremento generalizado de conflictividad laboral, con aumento de paros gremiales, despidos y suspensiones, «en enero hubo 41.900 despidos, la mitad fueron del sector público y la otra mitad del sector privado», explicó a la AFP el director de la firma privada, el economista José Luis Blanco.
Pero el dato que el analista consideró «preocupante, es que en febrero el número subió a 65.800 despidos, y la gran mayoría (55.200) se realizaron en el sector privado», apuntó.
«Es un número muy alto, un récord que supera como en 70 veces al año pasado», subrayó.
El secretario de Trabajo nacional, Alejandro Sabor, negó que se hayan perdido 100.000 puestos de trabajo tras asegurar que «este nuevo gobierno hace muchísimo para evitar el desempleo».
«Lamentablemente este proceso inflacionario ya venía con una economía estancada que solamente creaba empleo público», dijo Sabor. Dijo que la cifra no es de 100.000 pero no dio cifras oficiales.
En cuanto al sector privado, Sabor afirmó que están monitoreando la situación en todo el país.
El sondeo a nivel nacional, ampliamente divulgado por la prensa argentina, consideró «datos de diarios y tres tipos de conflicto: paros, despidos y suspensiones», indicó Blanco.
Los principales sindicatos del sector público llegaron a denunciar el despido de 25.000 empleados públicos solo en enero.
«Esos despidos en el sector público tuvieron que ver con contrataciones masivas hechas por el anterior gobierno (Cristina Kirchner 2007-2015) y era una tarea pendiente, lo preocupante es que ahora sigan en la parte privada», dijo Blanco.
El gobierno del presidente Mauricio Macri justificó los despidos de empleados públicos indicando que eran en su mayoría personas que habían accedido a las instituciones públicas por militancia política o en otros casos que se trataba de contratados que acudían solo a cobrar el sueldo, conocidos como «ñoquis» en Argentina.
«Durante los últimos años el Estado funcionó como una especie de barrera de contención para el desempleo», dijo Sabor.
Se han multiplicado denuncias de organizaciones defensoras de derechos laborales sobre el despido a miles de trabajadores de carrera en diferentes ministerios.
Según Tendencias Económicas, el sector más golpeado con los despidos y suspensiones es el de construcción. Lo siguen los sectores metalúrgico, petrolero, comercio, gastronómico y textil.
La última tasa de desocupación oficial en Argentina, anunciada por el gobierno anterior en noviembre, fue de 5,9% en el tercer trimestre comparado con igual período del año pasado, el nivel más bajo en 28 años, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Pero ahora el Indec está intervenido por acusaciones de manipulaciones de cifras y dejó de informar.