El Vaticano defendió este viernes sin titubeos al cardenal australiano George Pell por la defensa «digna y consistente» que hizo de su actitud frente a los casos de pedofilia en su diócesis, calificada en cambio de insuficiente por las víctimas del escándalo que lo acusan de encubrirlos por décadas.
«Hay que dar crédito al cardenal Pell por el testimonio personal que ha dado, digno y coherente, durante las veinte horas de diálogo que mantuvo con la comisión» australiana que investiga el caso, aseguró el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
«De su testimonio emerge con claridad y una vez más, dentro de un marco objetivo y lúcido, los errores cometidos por numerosos medios eclesiásticos en las últimas décadas», sostiene Lombardi, en un comunicado.
Según el vocero del papa, las víctimas que viajaron desde Australia para asistir a la audición del cardenal, no fueron recibidos por el papa Francisco porque no presentaron una petición formal.
«Verifiqué personalmente» y «no hubo una petición explícita» y por escrito a la Secretaría de Estado o al secretario personal del papa, aseguró.
A medios de prensa, inclusive la AFP, les fue presentada una copia de la carta enviada al papa en la que piden el encuentro.
El influyente cardenal australiano, «ministro» de Economía del Vaticano, prestó declaraciones durante cuatro noches ante la comisión que investiga en Australia los abusos sexuales cometidos contra niños por sacerdotes y religiosos de la diócesis de Melbourne, cuando George Pell era arzobispo de esa ciudad.
Debido a problemas del corazón, el prelado, de 74 años, declaró desde un hotel de Roma por medio de videoconferencia.
El Vaticano considera que no es culpable de haber sofocado el escándalo y el papa le ofreció su pleno respaldo, pese a los llamados «silencios cómplices» del cardenal como sostienen las víctimas, una conducta que mantuvieron por décadas numerosos religiosos en muchos países de todos los continentes y que afectó la credibilidad de los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Para Lombardi, el interrogatorio del cardenal y la asignación del Óscar a la Mejor Película a un filme sobre el escándalo de pedofilia en Estados Unidos ha provocado «una nueva ola de atención de los medios» sobre los abusos sexuales cometidos por curas.
«La presentación sensacionalista de esos dos eventos ha hecho creer a la opinión pública, en particular a la que está mal informada o tiene poca memoria, que no se ha hecho nada dentro de la Iglesia contra ese terrible drama», observó Lombardi.
«Los casos de abuso sexual cometidos por pedófilos son ahora muy raros y los que salen a la luz pertenecen a un pasado relativamente lejano», recalcó el vocero papal.
En algunos países, «con situaciones culturales diversas, el silencio reina, por lo que todavía queda mucho por hacer», reconoció.
«La mayoría de los abusos a menores no ocurren dentro de la iglesia, sino afuera», subrayó Lombardi, quien mencionó algunos ejemplos.
«En Asia podemos hablar de decenas y decenas de millones de abusos sexuales a menores, y ciertamente no ocurren en un ambiente católico», comentó.