El premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel criticó el jueves que el presidente estadounidense Barack Obama visite Argentina el 24 de marzo. En esa fecha se cumple el aniversario del golpe de Estado que instauró la última dictadura militar, y le advirtió que únicamente sería bienvenido si reconoce que su país fue cómplice de los ataques a la democracia en la región.
En una carta personal publicada en su página de internet, el dirigente humanitario le señaló Obama que le escribe «como sobreviviente» de la persecución que sufrió de mano de los militares que gobernaron entre 1976 y 1983 y le recordó que esa y otras dictaduras latinoamericanas «impusieron la doctrina de la seguridad nacional… con el financiamiento, adoctrinamiento y coordinación de Estados Unidos».
«Es importante que sepas que no vienes a la Argentina en cualquier momento. En 1976, mientras tu tenías tan solo 14 años y tu país festejaba dos siglos de su independencia, nosotros comenzábamos el período más trágico de nuestra historia», dijo Adolfo Pérez Esquivel, ganador del Nobel en 1980.
La visita del mandatario será el 23 y 24 de marzo en el marco de una gira que también incluirá a Cuba y coincidirá con la celebración, el segundo día de su estadía en Buenos Aires, de una marcha en recuerdo del golpe de Estado que echó a la presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón del poder.
Los organismos de derechos humanos argentinos consideran que la fecha elegida para la concreción del viaje es inoportuna, teniendo en cuenta los cuestionamientos históricos dirigidos a Estados Unidos por prácticas contra regímenes democráticos en la región.
«Si tu intención es venir aquí a reconocer en nombre de los Estados Unidos que tu país fue cómplice de los golpes de Estado del pasado y del presente en la región…. Entonces serás bienvenido cualquier día a la Argentina«, dijo Pérez Esquivel, quien ha mantenido comunicaciones personales en otras ocasiones con el mandatario estadounidense sobre asuntos de derechos humanos.
El dirigente humanitario mencionó además otras acciones que respaldarían la visita de Obama, como que Estados Unidos esté dispuesto a «ratificar el Estatuto de Roma y someterse a la Corte Penal Internacional y que dejará de ser el único país de América que no ratifica la Convención Americana de Derechos Humanos».
Pero advirtió al mandatario que si viene con la intención de «avalar los ilegítimos reclamos de los fondos financieros» que en Estados Unidos reclaman el pago a Argentina de una deuda millonaria o para «recomendar la fracasada receta de intervención de las fuerzas armadas en los asuntos de la seguridad interior… no puedo menos que recordarte las palabras del libertador Simón Bolívar quien alertaba: ‘Los Estados Unidos, parecen destinados por la providencia, para plagar a la América Latina de miserias en nombre de la libertad»’.
En esa misma línea, el premio Nobel de la Paz subrayó a Obama que si no va a anunciar «reparaciones» ni «evitar nuevos padecimientos» su visita será advertida por la mayor parte del pueblo argentino «como un gesto de provocación hacia uno de los ejes centrales» de la identidad argentina como es «la defensa de los derechos humanos y de los pueblos».
Mauricio Macri, quien asumió el poder hace poco más de dos meses, pretende reactivar las relaciones con Washington después del enfriamiento durante el mandato de su antecesora Cristina Fernández (2007-2015).
Según organismos de derechos humanos durante la dictadura desaparecieron unas 30.000 personas. Las cifras oficiales reducen ese número a menos de la mitad.