Superada la perplejidad que causó en un principio la candidatura de Donald Trump a las presidenciales estadounidenses, Europa ve ahora con preocupación el avance del magnate, que suena como una advertencia frente al auge del populismo en el continente. De visita en Washington, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, no dudó en apuntarse en el debate con un discurso que aludía claramente al favorito de la primaria republicana.
«En Alemania y en Europa se desarrolla algo en nuestra vida política y, para ser honesto, lo constato también aquí, en Estados Unidos, durante la campaña de las primarias: la política del miedo», dijo Steinmeier en un discurso ante estudiantes.
Donald Trump en la Casa Blanca sería una «catástrofe planetaria», escribió por su parte el editorialistas del Financial Times Martin Wolf, después del triunfo de Trump en las elecciones del «supermartes».
Trump es un «xenófobo y un ignorante», agregó Wolf, que estableció un paralelo entre la trayectoria del millonario, la caída del imperio romano e incluso el ascenso de Hitler.
La misma inquietud expresa la prensa francesa, que establece una vínculo entre el irresistible ascenso de Trump y los recientes éxitos electorales de la extrema derecha en Francia y Europa.
Trump «no es solamente una curiosidad yanqui. Fustiga a las elites instaladas, acusa a los inmigrantes de todo y promete la Luna a los pequeños blancos afectados por la crisis. Una música populista conocida de este lado del Atlántico. Más preocupante que graciosa», dice el diario Le Parisien.
El diario conservador Le Figaro afirmó que a su manera, Trump es un «lanzador de alerta».
«A las élites políticas europeas conviene recordar que es peligroso olvidar el idioma de aquellos a los que piden el voto», dijo Le Figaro.
El multimillonario recibió en cambio el apoyo de otra figura de la extrema derecha francesa, el expresidente del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen.
«Si fuera estadounidense votaría a Donald TRUMP», escribió Le Pen en su cuenta Twitter.
Para el diario alemán Die Welt, Trump es la versión estadounidense del ascenso de la extrema derecha en Europa, el representante de un «deseo de revancha contra las elites arrogantes».
«Trump, Le Pen, Petry y todos los otros se parecen en su narcisismo que se alimenta del tumulto y de la enfermedad de la demagogia», afirmó el diario.
Frauke Petry es la principal dirigente del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que conoce una fulgurante subida en los sondeos electorales gracias a la crisis de los migrantes.
«Cuando las clases medias comienzan a votar por Trump tenemos un problema», resume el economista sueco Sandro Scocco, del círculo de reflexión de izquierda Arena.
Para Scocco el auge de la extrema derecha se debe al aumento de las desigualdades sociales.
A fines de 2005, las declaraciones de Trump diciendo que había que impedir «temporalmente» el ingreso de los musulmanes a Estados Unidos habían recibido una ola de críticas.
Esas declaraciones generan «división» y son «estúpidas y falsas». Si Trump «viniera a nuestro país estaríamos todos unidos contra él», había respondido Cameron.