La laureada dirigente indígena ambientalista Berta Cáceres fue asesinada la madrugada de este jueves por desconocidos que le dispararon luego de entrar a su casa en La Esperanza, 200 km al noroeste de la capital hondureña, denunció la familia y dirigentes populares.
La policía dijo que la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ganadora del Premio Goldman 2015 por su lucha en defensa del ambiente, fue asesinada para robarle, relató su madre, Berta Flores, a TV Globo, «pero todos sabemos que fue por (su) lucha».
«La policía dice que fue por robarle pero es un crimen político de este gobierno», afirmó a la AFP Carlos H. Reyes, presidente del sindicato de la Cervecería y dirigente del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
«La información de la policía es que (desconocidos) entraron a la casa por la parte de atrás y le dieron dos disparos, pero todos sabemos que es mentira, que la mataron por su lucha» en la protección del ambiente, denunció el dirigente obrero.
Flores indicó que su hija «tenía (dictadas) medidas cautelares» de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero que de hecho no recibía protección del Estado por la presión de las autoridades que defienden a la mineras y empresas hidroeléctricas.
Como coordinadora del COPINH, Cáceres emprendió una lucha por la defensa del río Gualcarque, en el departamento de Santa Bárbara, noroeste de Honduras, donde una compañía pretende construir una represa hidroeléctrica que amenaza con dejar sin agua a cientos de nativos lenca, la etnia a la que pertenece.
Flores añadió que recientemente su hija «fue al río Gualcarque y tuvo un altercado muy grande con los militares y con los dueños de la empresa que están haciendo (una represa) sobre ese río, y ella me dijo que tenían que parar (la construcción) porque era destruir la vida, era destruir la humanidad», subrayó.