La Fiscalía de Colombia capturó el lunes a un hermano del expresidente Álvaro Uribe, a quien acusa de concertarse para delinquir, de homicidio agravado y por la conformación de un escuadrón paramilitar responsable de varios crímenes, lo que podría profundizar la disputa entre el dirigente político opositor y el Gobierno.
La captura de Santiago Uribe en Medellín está relacionada con un viejo proceso por la creación del grupo paramilitar denominado Los doce Apóstoles. El implicado y el ex mandatario han negado en varias ocasiones que hayan tenido relación con la organización.
Los grupos paramilitares -que surgieron en la década de 1980 financiados por terratenientes, ganaderos, empresarios y narcotraficantes para defenderse de la guerrilla izquierdista- están acusados de cometer violaciones a los derechos humanos como asesinatos, masacres y desapariciones.
Antiguos funcionarios del Gobierno de Uribe enfrentan procesos judiciales en Colombia y otros se encuentran exiliados, en lo que quien fue presidente entre 2002 y 2010, califica como una persecución política de su sucesor y antiguo aliado, el presidente Juan Manuel Santos.
Álvaro Uribe, actual senador y líder de un partido político, es el más fuerte opositor a la negociación de paz entre el Gobierno de Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para terminar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
En abril de 2015 el periodista y corresponsal de teleSUR en Colombia, Vladimir Carrillo informó sobre la condena de tres altos funcionarios del gobierno del expresidente Álvaro Uribe, por parte de la Corte Suprema de Justicia de ese país suramericano, los cuales se suman a la larga lista de implicados por casos de corrupción, paramilitarismo, narcotráfico y otros delitos graves.