El senado italiano vota este jueves el nuevo proyecto de ley sobre las unión civil entre parejas del mismo sexo, privado de la posibilidad de adoptar y que goza del consenso del centro-derecha, clave para su aprobación. Tras perder en forma inesperada el apoyo del Movimiento 5 Estrellas (M5S), que se retractó a último minuto la semana pasada, el Partido Democrático (PD, centro-izquierda) del jefe de gobierno Matteo Renzi, concluyó el miércoles un acuerdo con sus aliados de centro-derecha.
Una enmienda, que elimina el apartado referente a la adopción de los hijos biológicos de la pareja y a la exigencia de fidelidad como pareja, que complace a los aliados de centro-derecha, será sometida a la aprobación del Senado hacia las 18H00 GMT.
El texto mantiene el requisito de ayuda recíproca moral y material, la pensión de supervivencia, el permiso de residencia para el cónyuge extranjero y también la posibilidad de adquirir el apellido del compañero.
Con ello Italia intenta llenar un vacío legal, siendo el último gran país de Europa occidental que no ha reglamentado a las parejas del mismo sexo.
La ley reglamenta también a las parejas de hecho pero concede deberes y derechos diferentes.
La nueva ley evita de todos modos cerrar completamente la puerta a la adopción del hijo del compañero del mismo sexo, permitiendo que sea evaluado según el caso, ya que los tribunales lo han autorizado ya en otras oportunidades, «en nombre del interés del niño».
Tras la aprobación de las modificaciones, la ley será sometida a votación el viernes en el Senado, antes de pasar a la Cámara de Diputados, donde el jefe de gobierno Renzi goza de una mayoría sólida.
Con la modificación, el gobierno evita perder el voto de confianza, que en caso de pérdida forzaría la dimisión del primer ministro, quien inició su tercer año al frente del gobierno.
«El acuerdo sobre las uniones civiles es un hecho histórico para Italia. Esta vez pasa», anunció satisfecho en un tuit Renzi.
«Una revolución contra el orden de la naturaleza»
Para Angelino Alfano, ministro del Interior y líder de la pequeña formación de centro-derecha, clave para la aprobación, se trata de «una victoria del sentido común», dijo.
«Hicimos un regalo a Italia al impedir que dos personas del mismo sexo puedan tener un hijo, algo que es contrario a la naturaleza. Hemos evitado una revolución contra el orden de la naturaleza», aseguró a la prensa.
Militantes del movimiento homosexual y simpatizantes, manifestaron su amargura, tanto en las calles como en las redes sociales, ante lo que consideran un «primer paso», si bien tímido.
«Hemos esperado 30 años para esto», lamentaron en un comunicado treinta grupos de defensa de homosexuales, «indignados» por una ley que ignora la situación de numerosos hijos de parejas homosexuales.
«Es como si nuestros hijos fueran desaparecidos, fantasmas», protestó con la AFP Marilena Grassadonia, presidente de la asociación Famiglie Arcobaleno (Familias Arco iris).
Una manifestación de protesta ha sido convocada para el próximo 5 de marzo en Roma.