El virus zika, sospechoso de estar vinculado al nacimiento de bebés con microcefalia, representa un desafío «formidable» que será difícil eliminar, dijo el miércoles la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan.
«Las cosas pueden empeorar antes de mejorar», dijo en Rio de Janeiro al finalizar una misión a Brasil, epicentro mundial del brote de zika cuyo vínculo con la microcefalia llevó a la OMS a declarar una alerta sanitaria mundial.
Chan dijo que parte del desafío de combatir el virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti se debe a que es tan «misterioso». Ni siquiera el vínculo con la microcefalia está probado con certeza.
«Estamos tratando con un virus escurridizo, lleno de incertidumbres, así que debemos estar preparados para sorpresas», afirmó.
Chan alabó los esfuerzos del gobierno brasileño para enfrentar al mosquito vector del virus y su coordinación con varias entidades internacionales, incluida la OMS y el movimiento olímpico internacional antes de los Juegos de Rio de Janeiro que comienzan el 5 de agosto.
Brasil es el epicentro de un brote de zika y las autoridades creen que 1,5 millones de personas han contraído la dolencia en el país en los últimos meses.
El gobierno brasileño también ha registrado un alza récord en el nacimiento de bebés con microcefalia, una enfermedad congénita que impide el normal crecimiento de la cabeza de los bebés y afecta el desarrollo cerebral, y sospecha que se debe a que sus madres contrajeron zika durante el embarazo.
Brasil informó el martes que los casos confirmados de microcefalia desde octubre subieron a 583, contra un promedio anual de 150.
La cifra es un 14,7% superior a la informada la semana pasada, y las autoridades investigan otros 4.107 casos posibles de microcefalia.
Un estimado de 120 bebés han muerto debido a este defecto congénito, indicó el ministerio.