El conductor de Uber que mató a seis personas e hirió a otras dos al dispararles el sábado en el estado norteamericano de Michigan (norte), fue presentado este lunes en un tribunal para enfrentar cargos de asesinato. El fiscal del condado de Kalamazoo, Jeff Getting, indicó que las autoridades aún están evaluando todos los crímenes de Jason Brian Dalton, de 45 años, a quien se le formularán cargos a lo largo del día.
«Anticipo que de esa revisión se derivarán seis acusaciones de asesinato, dos de asalto con intento de homicidio, y ocho cargos de lo que llamamos delito grave con arma de fuego, (es decir) el uso de un arma de fuego durante la comisión de un delito grave», dijo Getting al canal de noticias CNN.
«Los cargos de asesinato implican cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Los otros, cadena perpetua con libertad condicional».
Uber confirmó que Dalton es uno de los conductores del servicio de vehículos compartidos y aseguró que había revisado sus antecedentes y no tenía antecedentes penales.
«Hemos extendido la mano a la Policía para ayudar con su investigación de cualquier modo que podamos», dijo el domingo el jefe de seguridad de Uber, Joe Sullivan, en un comunicado.
El sistema de seguimiento de Uber mostró la ubicación del auto de Dalton durante la serie de disparos el sábado en la noche, que dejó seis muertos y dos heridos graves en tres diferentes lugares.
Una mujer fue seriamente herida afuera de su complejo de apartamentos, dos personas fueron asesinadas en un concesionario de autos y cuatro más abatidos en un restaurante, donde una adolescente de 14 años resultó gravemente herida.
Un viaje salvaje
El jefe de seguridad pública de Kalamazoo, Jeffrey Hadley, indicó que la policía investiga si Dalton realizó servicios entre los diferentes tiroteos.
«Creo que es pronto para como dar por buena la información sobre su paradero entre el primero y el segundo tiroteo y el segundo y el tercer tiroteo. Ciertamente sabemos a dónde fue y tal vez eso nos conduzca a otras fuentes de información», indicó Hadley en CNN.
Un pasajero señaló haber hecho un viaje desenfrenado con Dalton un par de horas antes de que comenzaran los crímenes. «Cuando llegamos a una parada, me bajé del auto y salí corriendo», dijo Matt Mellen al canal CBS, quien relató que el viaje fue a gran velocidad, incluso invadiendo jardines.
Mellen huyó cerca de las 16H30 locales y llamó al 911, luego su novia colgó una imagen de Dalton en Facebook advirtiendo a otras personas sobre lo sucedido.
Los investigadores aún intentan establecer el motivo de las matanzas. «Esa tal vez es la pregunta del millón: ¿Por qué este individuo hizo esto?», indicó Hadley.
Hadley describió a Dalton, un excorredor de seguros, como un ciudadano común, sin antecedentes criminales y que no llamó la atención de las autoridades antes de los asesinatos.
El diario The New York Times indicó que sus vecinos lo describieron como tranquilo y educado, pero que ocasionalmente disparaba un arma en la parte trasera de su casa, en la que vivía con su esposa y dos hijos, de 10 y 15 años.
La peor pesadilla
La primera víctima fue una mujer, quien la noche del sábado (hacia las 18H00) estaba con sus tres hijos afuera de su complejo de apartamentos, cuando recibió un disparo. Está gravemente herida, pero se espera que sobreviva, dijo Getting.
Cuatro horas más tarde, Dalton mató a un joven de 18 años y a un hombre en un concesionario de autos. Según el gobernador de Michigan, Rick Snyder, las víctimas eran padre e hijo.
Entre 10 y 15 minutos después, otras cuatro personas fueron asesinadas en el restaurante Cracker Barrel, detalló Getting.
Las grabaciones de cámaras de seguridad ayudaron a la policía a identificar el auto de Dalton, quien fue arrestado a las 00H40 del domingo, cuando detectaron su vehículo en un bar del centro de Kalamazoo.
La policía incautó un arma semiautomática y «evidencia adicional» en el auto, dijo el fiscal.
La de Kalamazoo es la más reciente matanza masiva en Estados Unidos, después de la ocurrida el 2 de diciembre en San Bernardino, California, donde 14 personas murieron durante un tiroteo en una fiesta de Navidad.
Los casos de violencia con armas de fuego dejan cerca de 30.000 estadounidenses muertos cada año y los tiroteos masivos -innusuales en la mayoría de países- se han incrementado en los últimos años.