El diario estadounidense Global Post destaca en su portada este miércoles que científicos se encuentran investigando la misteriosa mortandad de monos en Centroamérica, incluyendo la posibilidad de que han contraído el virus zika u otro que se podía pasar a los seres humanos. En los últimos meses, alrededor de 40 monos aulladores han sido encontrados muertos o moribundos en selvas tropicales de Nicaragua.
Los animales han tenido todos los estómagos relativamente completos y no hay señales obvias de trauma. Los expertos temen que puede haber muchos más casos que no han sido informados.
«Los animales salvajes mueren todo el tiempo, pero es muy raro ver esta cantidad de muertes en tan poco tiempo, sin razón aparente,» dijo Kim Williams-Guillén, quien ha estado investigando en las selvas de Nicaragua desde 1999, dijo a Global Post. «Nunca he visto algo así.»
«Estas muertes vale la pena investigar no sólo desde el punto de vista de conservación, sino desde el punto de vista de salud pública. Es muy importante que lleguemos al fondo de esto».
Los primates son altamente susceptibles a las enfermedades transmitidas por mosquitos, y los brotes entre ellos podría ser un precursor de la propagación de la enfermedad entre los seres humanos, aunque los científicos tienen el cuidado de advertir que este salto sigue siendo poco frecuente.
Para complicar el misterio, los monos aulladores son inmunes al dengue, pero son muy vulnerables a la fiebre amarilla. Sin embargo, Nicaragua ha sido declarada libre de dicha enfermedad durante años.
Lo que está menos claro es cómo los primates responderán a zika y chikungunya, ambos de los cuales están relacionados con la fiebre amarilla y que acaba de llegar en el hemisferio occidental en el último par de años.
Nicaragua ha reportado 41 casos de zika hasta ahora. Mientras tanto, el chikungunya ha infectado a más de 100.000 personas en toda América Central desde la primera vez que llegó en 2014.
Una de las mayores incógnitas es si los monos aulladores siquiera exhiben síntomas si se infectaron con virus.
«Simplemente no es algo que se ha investigado aún, ¿o sea que afectarían a los primates», añade Williams-Guillén, quien es director de conservación en el Paso Pacífico, un trabajo sin fines de lucro del medio ambiente en las selvas del Pacífico de América Central.
El grupo está coordinando con científicos de la Universidad de California, Davis, para llegar a un diagnóstico definitivo de lo que sea que está matando a los monos.
Además de la posibilidad de un virus, los investigadores también sondean otros factores que podrían estar en el trabajo, incluyendo la sequía y otras variables ambientales.
El primer desafío es tomar el pelo, la piel y otras muestras de un animal recientemente fallecido y luego transportarlo a Davis en perfecto estado.
Liliana Cortés Ortiz, investigadora de la Universidad de Michigan y miembro del primado Grupo Internacional de Especialistas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, dijo que este tipo de inexplicable mortandad de animales aparentemente sanos es inusual, pero no sin precedentes.
«Todos los casos en los que los primates están muriendo por causas desconocidas es una preocupación potencial para los seres humanos también», agregó. «Simplemente no sabemos por qué ocurre esto y tenemos que averiguarlo.»
A pesar de su apariencia y tamaño, suelen pesar alrededor de 17 a 20 libras. Los monos aulladores son en realidad los animales terrestres más fuertes del planeta.