El estado de Misisipi afronta una crisis: no poder ejecutar, puesto que otros métodos de ajusticiar a los condenados a muerte no están permitidos en dicho estado. El fiscal general de Misisipi ha pedido a los legisladores de este estado permitir las ejecuciones por fusilamiento, electrocución, ahorcamiento y gas de nitrógeno por la falta de venenos para inyecciones letales.
Por falta de fabricantes de veneno para las inyecciones letales estadounidenses y la negativa de suministro por parte de fabricantes europeos, por razones éticas, el estado de Misisipi afronta una crisis: no poder ejecutar, puesto que otros métodos de ajusticiar a los condenados a muerte no están permitidos en dicho estado.
Esta terrible «injusticia» ha hecho al fiscal general de Misisipi, el demócrata Jim Hood, solicitar a los legisladores que se pongan manos a la obra para que puedan volver los pelotones de fusilamiento, la electrocución o recurrir al gas nitrógeno como formas alternativas de ejecutar a los condenados a muerte, informa Reuters.
Dado que las preocupaciones éticas han propiciado que las empresas farmacéuticas europeas pararan la exportación de los productos químicos necesarios para fabricar los cócteles mortales, muchos estados han tenido problemas para obtenerlos. Este hecho ha llevado a que Misisipi haya tenido que suspender las ejecuciones de los reos condenados a muerte.
Como era de esperar, la propuesta del fiscal general ha causado una rápida y brusca reacción por parte de grupos de derechos humanos, incluida la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Misisipi.
«Es simplemente brutal cuando se habla de traer de vuelta al pelotón de fusilamiento o ahorcamiento y todo lo demás,» señaló Charles Irvin, director legal de la ACLU del estado.
La entidad ha emitido un comunicado, diciendo que «se opone con vehemencia a las alternativas, y medios brutales de ejecución propuestos por el fiscal general Hood», informa ‘Washington Times’.
Aun así, estos métodos son legales a nivel federal, y algunos estados todavía los permiten: Utah autoriza la muerte por fusilamiento, mientras que Delaware y Washington todavía permiten el ahorcamiento.