La Coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo tras el homenaje al inmortal, Rubén Darío manifestó que este homenaje del Gobierno en el marco del centenario de la muerte del gran poeta es un momento muy emotivo y de un profundo respeto, porque en la Catedral de León está Rubén Darío y porque Rubén representa el corazón la poesía que vuela en cada nicaragüense.
¨Nos sentimos profundamente emocionado de estar nuevamente en este lugar sagrado, sagrado por templo y sagrado porque aquí está Rubén¨, enfatizó.
Murillo recordó la banda presidencial que el Comandante Daniel depositó unos días después de haber recibido ¨el pueblo de Nicaragua la Presidencia, formalmente porque aquí el pueblo es presidente¨.
¨Me emocioné doblemente, porque creo que el gesto de haber reconocido a Rubén no solo como el gran poeta, el poeta universal, el orgullo de nuestro país, sino el gesto prácticamente nombrarle Jefe del Estado nicaragüense al entregarle la banda presidencial, es una muestra de lo que somos nosotros en este gobierno que reconoce todos los valores de Nicaragua y nos reconocemos como identidad herederos y viviendo el legado de Rubén.
Rubén que nos soñó grandes, Rubén que quiso una Nicaragua formidable, Rubén que nos vio como esa raza gloriosa que somos, somos capaces, somos fuertes, somos valientes, somos bravos, somos nobles, Rubén que supo ver todas nuestras cualidades, a pesar de que había sido un ciudadano universal, que vio la belleza del mundo, la belleza de grandes ciudades, ciudades llena de luz y en este nuestro país el vio la grandeza del alma nicaragüense¨, destacó.
Más adelante, añadió: ¨Nos sentimos pequeños humildes ante tanta grandeza y sobre todo nos sentimos contentos de estar representando en este momento el amor infinito inmenso de nuestro pueblo de Nicaragua a nuestro Rubén Darío.