Por lo menos 300 bomberos trataban de controlar el martes un incendio en el bosque de pinos que rodea la capital colombiana y el gobierno decretó un alerta preventivo para que la población se proteja de los daños que puede ocasionar el humo. Una nube gris con ceniza cubre la zona centro de Bogotá y el comandante del Cuerpo de Bomberos de Bogotá, Jorge Lemus, informó el martes que la conflagración ha sido difícil de controlar porque el viento está ayudando a extender las llamas al enviar el fuego de copa en copa de árbol.
El calor y el viento han ayudado a expandir el fuego del que aún se desconocen las causas pero que tiene siete focos.
Márison Buitrago, jefe operativo de la Cruz Roja Colombiana, dijo a The Associated Press que aproximadamente 300 efectivos de bomberos, ejército y defensa civil trabajan en los cerros orientales que rodean el casco urbano para apagar el incendio.
«Como consecuencia de la gran humareda se decidió suspender por hoy (martes) las clases a dos universidades y a ocho escuelas de primaria alrededor de la afectación para evitar que (los estudiantes) fueran afectados por el humo. Las evacuaciones se dieron por prevención», agregó Buitrago.
Observó que hasta ahora no ha habido lesionados. Sin embargo, cuatro bomberos fueron evacuados por el humo y dados de alta posteriormente.
La Secretaría de Salud de la Alcaldía recomendó a la población que vive en el centro la utilización de tapabocas y tapar rendijas y puertas con paños húmedos.
El humo se siente incluso en lugares muy turísticos de la capital, como el cerro de Monserrate o el barrio de La Candelaria.
Hasta el momento al menos cinco hectáreas de bosque de pino han quedado consumidas por el fuego.
Las altas temperaturas que se viven en Colombia, sumadas a la fuerte sequía provocada por el fenómeno de El Niño que vive su momento álgido, han causado bajo nivel de los ríos, incendios y una fuerte sequía con racionamiento de agua en varios departamentos del país.