Varios expertos aseguran que el brote que ha estallado en Latinoamérica del virus zika podría ser una amenaza mayor para la salud global de lo que lo fue la epidemia de ébola que acabó con la vida de más de 11.000 personas en Africa.
De cara a una reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se celebra este lunes y en la que se decidirá si el zika debe ser calificado como una crisis sanitaria global, los expertos han advertido del peligro que rodea a este virus.
«En muchos sentidos, el brote de zika es peor que la epidemia de ébola de 2014 y 2015», ha afirmado Jeremy Farrar, jefe de la fundación Wellcome Trust, al diario británico ‘The Guardian’. «Muchos portadores del virus son asintomáticos. Se trata de una infección silenciosa en un grupo de individuos altamente vulnerables –como son las mujeres embarazadas–, que se está asociando con horribles consecuencias en sus bebés», ha añadido.
Por el momento no hay perspectiva de ninguna vacuna para el virus, al contrario que lo que ocurría con el ébola, que sí cuenta con varias vacunas en procesos experimentales. «El verdadero problema es que intentar desarrollar una vacuna que pudiera ser testada en mujeres embarazadas es una pesadilla, práctica y éticamente», ha indicado Mike Turner, responsable de infecciones e inmunobiología de la fundación.
Con al menos un 80 por ciento de los infectados asintomáticos, hacer un seguimiento de la enfermedad es, además, extremadamente complicado. La especie de mosquito que propaga el zika, el ‘aedes aegypti’, se ha extendido a un gran nivel las últimas décadas.
«Le gusta la vida urbana y se ha extendido por todo el cinturón tropical del planeta y, por supuesto, ese cinturón se está expandiendo según el calentamiento global va teniendo efecto», ha añadido Farrar.