Un policía estadounidense demandará una compensación a la familia del joven afroamericano Quintonio LeGrierde, de 19 años, al que mató a tiros el pasado 26 de diciembre en la ciudad de Chicago, informa ‘Daily Mail’. El policía blanco Robert Rialmo acudió a la casa de Quintonio LeGrierde tras recibir una llamada del padre del joven, que le dijo que su hijo este estaba armado con un bate de béisbol.
La autopsia demostró que el joven presentaba seis heridas de balas, cuatro de ellas en la espalda. Una de las balas disparadas por el policía alcanzó también a la vecina de los LeGrier, Bettie Jones, que, según la policía, resultó muerta por accidente.
Según el abogado del policía, el joven atacó al oficial, que planteará un litigio buscando recompensa por «estrés emocional», así como por el ataque. El abogado de la familia de los LeGriers califica este gesto del policía de «desesperado» y de «intento de desviar la atención» del hecho de que el policía disparara al joven cuatro veces por la espalda «sin causa justificada».
A principios de diciembre, tres semanas antes de la muerte del LeGrier, el Departamento de Justicia de EE.UU. inició una investigación del Departamento de Policía de Chicago para comprobar si este había violado «sistemáticamente» los derechos civiles de los ciudadanos por uso de la fuerza contra ellos, según NPR.
La investigación fue abierta después de que se difundiera un video de la muerte del otro joven afroamericano, Laquan McDonald, de 17 años, que fue disparado en 16 ocasiones por el policía de Chicago Jason Van Dyke.