Nuevas cifras difundidas el miércoles por el Ministerio de Salud de Brasil como parte de una investigación sobre el virus zika muestran que se han confirmado menos casos de microcefalia de los que se temía. Hasta ahora solo se han confirmado 270 casos de microcefalia de 4.180 casos sospechosos, y se ha descartado daño cerebral en 462 casos. Los investigadores siguen investigando 3.448 casos registrados desde el 22 de octubre.
Las autoridades brasileñas dicen que creen que hay un fuerte aumento en los casos de microcefalia y que sospechan que el virus zika es el culpable. La sospecha ha provocado que las autoridades estadounidenses emitan una recomendación para que las embarazadas reconsideren viajar a países con brotes de zika.
Dicho defecto congénito, que también puede ser causado por factores como infecciones, desnutrición o drogas, causa que los bebés tengan cabezas más pequeñas de lo normal (32 centímetros 12,6 pulgadas de circunferencia o menos) y problemas de desarrollo.
Los casos reportados por el Ministerio de Salud brasileño incluyen bebés nacidos, mortinatos, bebés abortados y fetos que presentan cabezas inusualmente pequeñas en ultrasonidos y otros exámenes. El ministerio realiza pruebas adicionales para saber si el cerebro sufrió afectaciones.
Las autoridades dijeron que tanto los bebés que nacen con microcefalia como sus madres son sometidos a pruebas adicionales para detectar su tenían zika, un proceso que resulta complicado. Seis de los 270 casos confirmados de microcefalia tenían el virus. Dos eran mortinatos y cuatro nacidos vivos, de los cuales tres fallecieron posteriormente, dijo el ministerio.
Las autoridades brasileñas calculan que en 2014 hubo 150 casos de microcefalia.