El Ministerio de Salud de Brasil informó el miércoles que en los meses recientes ha registrado 4.180 posibles casos de un defecto cerebral en los bebés que, según las autoridades, podrían estar vinculados con la propagación del virus zika transmitido por un mosquito. Pero hasta ahora solo se han confirmado 270 casos de microcefalia y se han descartado 462, indicó el ministerio.
Los investigadores siguen indagando 3.448 casos registrados entre el 22 de octubre y el 23 de enero.
El ministerio dijo que los laboratorios tratan de determinar un vínculo entre el virus del zika y la microcefalia, que también puede ser causada por otros factores como herpes, rubeola y sífilis. El defecto congénito se manifiesta en niños que nacen con una cabeza inusualmente pequeña y que pueden presentar problemas en su desarrollo.
Las autoridades brasileñas calculan que hubo 150 casos de microcefalia en todo 2014, y el aumento en los supuestos casos y la posible vinculación con zika han provocado preocupación en la mayor nación latinoamericana y otros países del continente.
El martes, el ministro de salud de Brasil, Marcelo Castro, anunció que 220.000 soldados fueron despachados para contribuir a la erradicación del mosquito Aedes aegypti, que transmite el zika, el dengue, la chikungunya y la fiebre amarilla.
Castro dijo que el gobierno también distribuirá repelente a unas 400.000 embarazadas.
La llegada del zika a Brasil el año pasado causó inicialmente escasa alarma ya que los síntomas del virus son por lo general mucho menos severos que los del dengue. Pero a fines del año pasado, los investigadores comenzaron a sospechar que el zika tenía que ver con el pronunciado aumento en los casos de microcefalia.
La Organización Mundial de la Salud destacó que el vínculo sigue siendo circunstancial y que no está demostrado científicamente.
Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aconsejan a las embarazadas que reconsideren viajar a Brasil y otros 21 países y territorios con brotes de zika. Las autoridades en El Salvador, Colombia y Brasil han sugerido que las mujeres eviten embarazarse hasta que se supere la crisis.