El hombre abatido a tiros por la policía francesa a principios de enero cuando intentaba atacar una comisaría parisina no tiene vínculos con una red islamista, indica la policía de la región alemana donde residió.
«En las dos últimas semanas no hemos descubierto en el entorno del asaltante ningún indicio que avale la existencia de una red islamista (…) Excluimos que haya podido existir una red islamista» declaró a la prensa el jefe de la policía de Renania del Norte-Westfalia.
«Es un asaltante aislado. Los servicios de seguridad franceses y alemanes son de la misma opinión», añadió sobre el difunto, que vivió en un centro de acogida de migrantes en el oeste de Alemania.
El pasado 7 de enero, día del primer aniversario de los atentados contra la revista Charlie Hebdo, este hombre se presentó en una comisaría de un barrio popular del norte de París, con un cuchillo en mano y un cinturón de explosivos, que luego se supo era falso.
El hombre, que según fuentes policiales no respondió a las ordenes de la policía de detenerse, fue abatido.
En un papel escrito en árabe, el hombre declaraba su lealtad a Abú Bakr al Bagdadi, el jefe del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y explicaba su acto como una venganza por los «ataques a Siria».
El hombre fue identificado por sus huellas dactilares como Ali Sallah, un marroquí nacido en 1995 en Casablanca. Aparentemente no tenía casa y en 2013 fue acusado de robo en la región sureña francesa de Var.