Los asesinatos en Panamá se redujeron de manera considerable durante 2015. Gracias en buena parte a un plan para retirar a pandilleros de barrios pobres y rehabilitarlos, anunciaron las autoridades el miércoles.
El ministro de Seguridad Pública, Rodolfo Aguilera, acompañado de los jefes de los organismos policiales del país presentó ante la prensa un balance del combate a la delincuencia y la criminalidad durante el año pasado cuando se incautaron 58 toneladas de cocaína, una cifra récord.
De acuerdo con el funcionario, se registraron 493 homicidios, 138 menos que en 2014, lo que significó una reducción de 22%. Esto dejó la tasa de homicidios en 12 por cada 100.000 habitantes, lo que mantiene al país como el cuarto con el mayor número de asesinatos en América Central aunque muy por debajo de Honduras, Guatemala y El Salvador.
«Es una de las (tasas) más bajas en Centroamérica», destacó Aguilera, quien atribuyó la disminución de los crímenes a un programa llamado «Barrios seguros» que consiste en sacar de las calles a pandilleros, rehabilitarlos y prepararlos para algún trabajo.
El plan ha reclutado a 4.100 pandilleros, lo que representa más de la mitad si se toma en cuenta que según las estimaciones de las autoridades en el país operan bandas con alrededor de 7.500 miembros.
«Se debe a la prevención y a ‘Barrios seguros’. Ha tenido un impacto tremendo», enfatizó el ministro, quien aseguró que el plan panameño ha llamado la atención de países de la región como Guatemala y El Salvador.
Muchos panameños, sin embargo, temen a la inseguridad y no creen que vaya a mejorar en los próximos años, según algunos sondeos.
La inseguridad es el principal problema que perciben los panameños por sobre temas como el servicio de agua potable, el desempleo y costo de vida, de acuerdo con una encuesta de la consultora privada Dichter & Neira divulgada la víspera. El sondeo, que incluyó 1.200 entrevistas y tiene un margen de error de 2,9 puntos porcentuales, se realizó entre el 14 y el 17 de enero.