La policía reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos una protesta frente a la alcaldía de la ciudad de La Plata, 60 km al sur de la capital argentina, por la decisión oficial de «revisar» 4.500 contratos de empleados públicos, que los manifestantes consideran despidos.
Los incidentes se produjeron frente a la sede de la alcaldía de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, donde vive un tercio de los más de 40 millones de argentinos.
Fue «irracional lo que hicieron (los policías). No tiraron al aire, tiraron a pegarnos», acusó Alejandra González, exempleada administrativa del gobierno de la provincia, a radio del Plata.
Como empleada de la municipalidad desde hace 12 años, González contó que le renovaron recientemente su contrato y luego le informaron que estaba despedida.
«Escucho que somos ñoquis, pero aquí estamos los trabajadores. El ñoqui no reclama porque se vuelve a acomodar», dijo sobre el término despectivo usado en Argentina para los empleados con cargos ficticios, dentro de un sistema corrupto y ampliamente usado en el sector público.
Julio Garro, el alcalde de La Plata, ciudad de 522.000 habitantes, atribuyó la violencia a una provocación de activistas políticos de la oposición kirchnerista.
«Lamento lo sucedido hoy. Un grupo de 200 individuos se presentó frente a la municipalidad con claras intencionalidades políticas», denunció en Twitter.
Según Garro «en menos de 20 minutos se organizaron y apedrearon a los efectivos policiales que estaban custodiando los ingresos al Palacio», dijo.
Esta semana se han realizado tres protestas de calle a raíz de las bajas laborales en el senado y un emblemático centro cultural del kirchnerismo.
En las últimas elecciones, la alianza conservadora Cambiemos le arrebató al peronismo (centroizquierda) la alcaldía de La Plata, así como la provincia de Buenos Aires y el gobierno nacional.
El alcalde Garro había anunciado que revisarían 4.500 contratos de empleados de la municipalidad, aunque de ellos unos 700 eran de plantilla y muchos pertenecían a programas sociales de esa ciudad.
La marcha convocada el viernes para rechazar lo que los empleados públicos consideran un despido terminó en represión policial.
Decenas de agentes policiales que custodiaban la sede comunal, lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma.
«Nos reprimieron como en las peores épocas», declaró a C5N Patricio Borda, uno de los despedidos pero con ocho años de antigüedad en su cargo.
Borda afirmó que él y sus compañeros fueron «echados arbitrariamente. Somos 700 personas de planta, el resto de los 4.500 despedidos eran contratos, pero que se habían extendido hasta el 31 de marzo», explicó.
Los despidos en La Plata se enmarcan en una política lanzada por el gobierno de Mauricio Macri que anunció que se revisarían cerca de 64.000 contratos en la administración pública, cuya plantilla temporaria creció 50% en tres años, según indicó.