Pobladores enardecidos por la muerte de un menor le pegaron fuego a dos casas de familiares del presunto autor del crimen, como una muestra de venganza. La situación se volvió muy intensa cuando las llamas devoraban las casas de madera ubicadas en Bilwi, Caribe Norte de Nicaragua.
A plena luz del día más de 40 personas, entre ellos familiares y amigos de un adolescente ultimado a cuchilladas, incendiaron dos casas en el barrio Nueva Jerusalén de esta ciudad. Las viviendas pertenecían a la madre y hermana del presunto autor, Melda Toledo Tucker y Yesica Frederick Toledo, respectivamente.
Según testigos los enardecidos pobladores llevaron gasolina sin mediar palabra y sin importarles que en el inmueble habitaban varios menores le prendieron fuego a las casas de madera.
De inmediato los cuerpos de bomberos se presentaron al lugar del siniestro, pero las llamas devoradoras ya habían consumido la mitad de la casa. La madera facilitó la propagación de fuego indicaron dichos bomberos.
La familia Toledo Tucker no pudo sacar ni la leche del niño recién nacido que escapó de milagro de ser calcinado, gracias a su tía que se encontraba en la vivienda.
La propietaria de la casa lamentaba la situación ya que perdieron el trabajo de toda la vida.
«¿Porqué hicieron esto? Me quemaron mi casa. Todo por culpa de mi hermano. Ya no lo aguantamos, hasta a nosotros nos roba las cosas. Quiero que lo agarre la policía para que pague», indicó claramente afectada Yesica.
Equipos de la Policía Nacional de esta localidad realizan las debidas investigaciones para aplicar justicia sobre la situación acontecida.