Quizás la mala manipulación de cerillos provocaron que una vivienda se prendiera en fuego en el barrio Rubén Darío, Distrito IV de Managua. El incendio consumió a cenizas varias pertenencias de la familia de doña Dalila Guerrero, que en el momento no se encontraba en la vivienda.
Todo ocurre cuando supuestamente un menor de 8 años tenía en su posesión los fósforos, utilizándolos como uno de sus juguetes sin medir las consecuencias que esto conllevaría.
Gracias a todos los pobladores de este barrio capitalino que se pusieron las pilas en sofocar el siniestro, este no se propagó hacia las viviendas aledañas.
Las unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos y la Dirección General de Bomberos llegaron para realizar los labores de enfriamiento y así garantizar que todo estuviera bajo control.
Afortunadamente el incidente no dejó pérdidas humanas y solo materiales, pero es preciso mantener la supervisión de los niños, más si estos juegan con objetos peligrosos.