Las autoridades arrestaron a 121 inmigrantes, la mayoría familias, durante un operativo nacional realizado el fin de semana, dijo el lunes el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson.
El operativo estuvo enfocado en familias y niños centroamericanos que fueron detenidos después del 1 de mayo del 2014 tras cruzar la frontera de manera ilegal, tienen órdenes finales de deportación y han agotado las posibilidades de regularizar su situación migratoria.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) realizó el operativo principalmente en Georgia, Texas y Carolina del Norte y ahora los detenidos están siendo llevados a centros del ICE para ser procesados y luego ser deportados a sus países en avión, de acuerdo con las autoridades.
«Esto no debe ser una sorpresa. Durante meses, he dicho públicamente que personas que caben dentro de las prioridades que tenemos al momento de aplicar la ley, como familias y niños no acompañados, serán deportados», agregó el secretario. «Como he dicho en repetidas ocasiones, nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal; si es que vienes ilegalmente, te deportaremos conforme a nuestras leyes y valores».
El ICE no dijo si es que el operativo había terminado pero Johnson aclaró que redadas como las del sábado y domingo seguirán ocurriendo en el futuro cada vez que lo «consideremos apropiado».
Virginia Kice, portavoz del ICE, dijo que todavía no tenía información sobre la nacionalidad de los detenidos ni sabía cuántos eran padres y niños. Pero al menos 26 guatemaltecos con órdenes finales de deportación, muchos de ellos familiares, habrían sido detenidos, de acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Carlos Raúl Morales.
Las redadas han creado un clima de temor y alarma en la comunidad inmigrante, dijo Kica Matos, representante de la red Movimiento para una Reforma Migratoria Justa, que agrupa a 45 organizaciones en 35 estados.
«Las declaraciones del secretario Johnson, tratando de justificar (el operativo) que ha aterrorizado familias que escapan condiciones terribles, son verdaderamente alarmantes, dada la crisis humanitaria que empuja a los centroamericanos hacia Estados Unidos. Deportar a estas familias a condiciones espantosas no es una respuesta razonable o racional a esta crisis», dijo la activista.
Muchos inmigrantes han llamado a los números de ayuda que establecieron luego que el Washington Post informara en la víspera de la Nochebuena sobre el presunto plan del ICE, agregó Matos.
Para calmar estos temores, el canciller salvadoreño Hugo Martínez dijo que hasta el momento no han recibido ninguna persona que haya sido detenida en estas redadas y que no esperan una deportación masiva de sus connacionales.
El gobierno salvadoreño también puso en emergencia a todos sus consulados en los Estados Unidos y la viceministra para Salvadoreños en el Exterior, Ludivina Magarin, partió el lunes hacia Estados Unidos para apoyar a sus compatriotas.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro para Estudios de Inmigración, que aboga por restricciones a la migración ilegal, calificó las redadas como «teatro» de las autoridades. Los inmigrantes detenidos representan «la mitad del total de inmigrantes que entran al día de manera ilegal» a Estados Unidos cruzando la frontera con México, dijo, y las redadas no van a desanimar a otros inmigrantes en su camino al norte.
En conferencia de prensa, el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest dijo que «la política no fue un factor» en la decisión de funcionarios de Seguridad Nacional para realizar las redadas, pese al creciente debate sobre la aplicación de leyes en asuntos migratorios y los temas abordados por campañas de candidatos republicanos a la presidencia.
Las autoridades tuvieron consideraciones con varios inmigrantes por cuestiones de salud u otras razones personales durante el operativo, que fue supervisado por la directora del ICE Sarah Saldaña, agregó Johnson.
El operativo ocurrió después de un aumento de niños no acompañados llegando a la frontera en los últimos meses. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza ha reportado que 10.588 niños no acompañados cruzaron en octubre y noviembre, en comparación a 5.129 durante los mismos dos meses en el 2014.
Activistas han pedido a Obama que cancele las redadas porque dicen que enviar de regreso a su vecindario a inmigrantes que escapan de las violentas pandillas centroamericanas equivale en muchos casos a una sentencia de muerte, dado que pandilleros matarían a los deportados por haber huido.
«Si es que estas familias son deportadas, y la mayoría serían mujeres y niños, regresarán a lugares de los que huyeron para no ser asesinados, violados o torturados», agregó Matos.
Las redadas también son contraproducentes porque muchos de estos centroamericanos con órdenes de deportación podrían reabrir sus casos si tuvieran ayuda legal, según abogados de inmigración.