El mecánico Henry Adalid Figueroa Díaz de 36 años fue ultimado a balazos, en la colonia Gracias a Dios de San Pedro Sula, Honduras. Este regresaba de una pulpería.
A eso de las 6:40 de la tarde, el hombre salió de su casa para ir a hacer una compra, sin pensar que le quedaba poco tiempo de vida.
Cuando iba de regreso, fue interceptado por desconocidos que se cubrían el rostro con pasamontañas, quienes sin mediar palabra le dispararon en varias ocasiones, dejándolo gravemente herido.
Familiares del hombre, al escuchar las detonaciones de arma de fuego, salieron a verificar qué ocurría, observándolo tirado sobre la calle.
En la lluvia de balazos, también resultó herido un niño, quien junto a Figueroa Díaz, fue trasladado al Hospital Mario Catarino Rivas. Desafortunadamente, Figueroa Díaz murió camino al hospital.
Los dolientes expresaron a las autoridades que el occiso era mecánico, por lo que les sorprende que lo hayan matado, ya que no le conocían enemistades.