La tradición cristiana se mantiene viva en esta Navidad. El pueblo católico de Chinandega revive uno de los pasajes bíblicos más importantes de la vida de Jesús de Nazaret.
Las posadas hacen que muchas personas conmemoren los momentos que vivieron la Virgen María y San José en el período que peregrinaron desde Nazaret a Belén para pasar la noche hasta la llegada del hijo de Dios.
En algunos hogares se les negó el albergue pero finalmente encontraron un pesebre donde fueron recibidos para que naciera el Niño Jesús. Los niños y niñas son los y las protagonistas de esta historia que tratamos de revivirla para rescatar y conservar, tradiciones navideñas heredadas por nuestros antepasados, agradecemos a doña Margarita Sequeira quien año con año mantiene viva estas posadas donde participan 16 familias y niños y niñas del barrio El Calvario, manifestó Ana Silvia Mojica.
Desde hace varios años las posadas se han realizado en los barrios de Chinandega, cuya tradición religiosa es coordinada por cada parroquia. La representación que vivió el Niño Dios con sus padres se hace similar a la época, pero en este caso, son los niños y niñas del barrio Santa Ana quienes cargan en anda con las imágenes de María montada en una mula y José quien la guía. A las seis de la tarde sale la procesión con cantos populares, quema de pólvora, panderetas, músicos (Chicheros) y el acompañamiento de un altoparlante, tras el recorrido que parte de la casa de una familia católica, la virgen y San José recorren varias cuadras, golpean la puerta en tres casas diferentes, en las dos primeras se les niega la posada, en la última son bienvenidos, se reza la novena del día y una pastorela que presenta el ministerio del Nacimiento de Jesús, manifestó Nelson Salina, miembro de la Iglesia El Calvario.
La Iglesia se prepara en el tiempo de adviento, es lo que inicia el nuevo ciclo litúrgico, tenemos cuatro domingos de Adviento cada uno de esos domingos se enciende una vela morada y el tercer domingo próximo se celebra la natividad del señor, indicó Salinas.
Es la primera vez que recibimos la posada en nuestro hogar, pero queremos que nuestros hijos conozcan esta tradición. Nos hemos preparado para recibir a 500 niños, arreglamos gorras, piñatas, toro encuetado y una pastorela por el ballet infantil el cual dirijo, manifestó Walter García, promotor cultural.
Las tradicionales posadas que por esta época del año se celebran en la ocasión del nacimiento del Niño Jesús, ha contado con la participación masiva de los niños y niñas que se han manifestado en esta tradición. Un sentimiento lleno de amor, paz, fe y unidad familiar.