Por primera vez en Colombia, los restos de 29 desaparecidos en el conflicto armado serán entregado este jueves a sus familias, fruto de un acuerdo humanitario entre el gobierno y la guerrilla FARC en el proceso de paz en Cuba.
Familiares de fallecidos en zonas de influencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), y sepultados sin identificar en varios cementerios de los departamentos centrales del Meta y Guaviare, se concentrarán en las afueras de la ciudad de Villavicencio para recibir los restos de sus seres queridos.
Fuentes de la estatal Unidad de Víctimas, que brinda apoyo psicológico a los familiares, dijeron a la AFP que se trata de la mayor cantidad de restos entregados en una misma ocasión -en más de 50 años de conflicto armado-, tras ser identificados por la Fiscalía.
Aunque no hay consenso sobre las causas de muerte de las víctimas, entre los cuerpos puede haber tanto integrantes de la guerrilla, según fuentes oficiales, como civiles asesinados por militares, de acuerdo con el colectivo jurídico Orlando Fals Borda, que apoya a las familias.
Según ese colectivo, hay entre las víctimas personas civiles «reportadas por el Ejército como presuntos (guerrilleros) ‘muertos en combate'», por oficiales que buscaban así obtener ascensos, prebendas y otros beneficios dentro de las fuerzas armadas.
Ese tipo de casos, denominados «falsos positivos», pueden llegar a 4.000 en toda Colombia, según la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con sede en Nueva York.
Históricamente, varios municipios del Meta, en los Llanos Orientales de Colombia, han sido considerados como retaguardia de las FARC, que cuentan con unos 7.000 combatientes, según cifras oficiales.
El Guaviare, donde grupo rebelde también tiene presencia, es además uno de los principales departamentos cocaleros de Colombia, principal proveedor mundial de cocaína con 442 toneladas de esa droga producidas en 2014, según estimaciones.
Ambos territorios han sido fuertemente afectados por la conflagración interna, que ha dejado al menos 220.000 muertos, y en la que han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes.