El gobierno mexicano dio un inédito permiso a cuatro personas para que siembren, cultiven y consuman marihuana con fines recreativos en cumplimiento de un histórico fallo de la Suprema Corte y avivando el debate nacional sobre la despenalización de la hierba, aunque los beneficiados han decidido no consumirla.
Al informar de la autorización, que es una excepción dentro de las leyes prohibicionistas mexicanas, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió que este permiso por tiempo indeterminado es exclusivo para el consumo personal de las cuatro personas.
Por lo que las autorizaciones «no permiten actos de comercio o suministro a terceros», señaló en un comunicado la dependencia, cinco semanas después de que la Suprema Corte abriera las puertas al uso lúdico de la hierba con un histórico fallo a favor de esas cuatro personas.
Además, la Cofepris especificó que este consumo «no debe perjudicar a terceros», de modo que no puede efectuarse en presencia de menores, mujeres embarazadas y, «en general, en lugares públicos donde se encuentren terceros que no hayan brindado su autorización».
Únicos con derecho… que no ejercerán
Sin embargo, los cuatro beneficiarios e integrantes de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), que no fuman marihuana, insistieron este viernes en que no van a ejercer su derecho.
«El objetivo es el cambio de la política, no promover el consumo. Nosotros vamos a poner el ejemplo y no vamos a realizar el consumo porque tenemos la información suficiente para tomar una decisión responsable, pero será en base a nuestro propio convencimiento, no a la amenaza del Estado», dijo a periodistas uno de los cuatro beneficiados, Juan Francisco Torres Landa, a la puertas de Cofepris.
La intención del colectivo es detonar un debate en el Congreso para legalizar la hierba con el objetivo de reducir la violencia generada por los cárteles de las drogas, cuyas peleas internas y con las autoridades han dejado más de 100.000 muertos y desaparecidos desde 2006.
«Esto no se hizo para efectos de lograr el derecho de nosotros sino para cambiar una política pública que ha sido extremadamente costosa para el país y que creemos que va a beneficiar muchísimo a la sociedad si logramos cambiar el paradigma prohibicionista», ratificó otro de los amparados, Armando Santacruz.
«Ahora, si cambiamos de opinión, les hablamos», bromeó otro de los amparados, Pablo Girault.
Un debate nacional
Luego del fallo de la Suprema Corte en noviembre a favor de los cuatro miembros de SMART, la Cofepris ha recibido 155 solicitudes para cultivar marihuana para autoconsumo, dijo este viernes el asesor de la institución Patricio Caso, anticipando un rechazo a esas solicitudes bajo el amparo de la Ley General de Salud.
Este tipo de solicitud es un trámite para que, una vez que la autoridad sanitaria responda con una negativa, el solicitante acuda ante la justicia para buscar un amparo basado en el fallo de la Suprema Corte.
Con otros cuatro fallos similares al de SMART se puede sentar jurisprudencia.
El histórico fallo de la corte, impulsado por el magistrado liberal Arturo Zaldívar, se dio semanas después de que los padres de Grace -una niña de 8 años con un grave tipo de epilepsia- consiguieran una excepcional autorización del gobierno para importar un medicamento a base de cannabis tras una dura batalla legal y mediática.
Ambos casos han atizado el debate sobre la despenalización de la marihuana en México e hicieron que el presidente Enrique Peña Nieto convocara para enero un debate nacional con expertos, aunque anticipó que personalmente está en contra de la despenalización por considerar que puede conducir al consumo de drogas más duras.
Pese a estar azotado por la violencia ligada al narcotráfico, México se ha quedado atrás en este debate frente a otras naciones de América Latina como Uruguay, que legalizó la producción y venta de la marihuana en 2013; Colombia, que en noviembre anunció que autorizará la marihuana medicinal; o Chile, que está debatiendo si legalizar o no la planta.
En Estados Unidos, vecino de México y el mayor consumidor mundial de drogas, 23 estados han autorizado el cannabis para uso medicinal y cuatro para el consumo recreativo.
AGENCIAS.
