Con una marcha por las principales calles de Nueva Guinea y exigiendo justicia se manifestaron los hijos y familiares de Zaira Fonseca Bravo, quien murió producto de varios impactos de bala en su casa de habitación el pasado 24 de agosto.
Se presume que su expareja y su cuñado, Javier y Anselmo Martínez, fueron los que cometieron este hecho de sangre en la zona número cinco del casco urbano de la ciudad.
Su hermana Minerva Fonseca y Joseling Martinez, hija de la víctima, manifestaron que creen en la justicia divina y terrenal y esperan que prevalezca la justicia, «aunque conocemos que hay dinero de por medio, confiamos que nuestras autoridades no se venderán» agregó Martínez.
Mientras que uno de los hijos de Anselmo, uno de los procesados, manifestó que su padre es inocente y que el verdadero culpable anda suelto. «Confiamos que la justicia prevalezca y que mi padre salga libre» manifestó.
Según versión del comisionado mayor y segundo jefe a nivel departamental, Alberto García, en la Comisaría de la Mujer se recepcionan mensualmente 25 denuncias por violencias intrafamiliar.
En lo que va del año dos mujeres han fallecido en Nueva Guinea por manos supuestamente de sus maridos, ambos casos la Policía ha logrado esclarecerlos. Se tratan de este femicidio y asesinato de Zaira Fonseca Bravo y el caso de la muerte de la dueña del hospedaje El Bálsamo, donde se presume haya sido Albertico Altamirano, esposo de la víctima, el responsable.
Todas las investigaciones arrojan que él le quitó la vida y luego le prendió fuego.
JANETH OPORTA VÁSQUEZ